El exvicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras, ha defendido este lunes el apoyo de su partido para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), pero ha dejado claro que es «imposible» que pacten con el PSC tras las elecciones.
En una entrevista en TV3 recogida por Europa Press, ha asegurado que no confían en el Gobierno ni en sus instituciones, pero ha justificado que permitieran la aprobación de las cuentas en beneficio de los catalanes.
«Si hubiéramos votado en contra de los PGE, hubiéramos apoyado la continuidad de los presupuestos del del PP. No lo hacemos para hacer un favor a otro partido, lo hacemos para ayudar a los ciudadanos de Cataluña. Los recursos irán a los ciudadanos de Cataluña», ha recalcado.
Según Junqueras, no permitir la aprobación de los PGE condenaba a los catalanes a quedarse con unas cuentas que, a su juicio, impedirían afrontar los retos actuales, por lo que cree que era imprescindible la decisión de ERC «aunque haya quien la critique, puede que porque sus prioridades no son las escuelas o los hospitales», en alusión velada a JxCat, que votó en contra.
Pacto para los presupuestos de Barcelona
También ha justificado que los republicanos hayan pactado con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y con los socialistas el presupuesto de Barcelona, pero añade que este acuerdo no es trasladable al Govern de la Generalitat: «Es importante poner recursos al servicio de la gente para que puedan tirar adelante. Otra cuestión, que creo que se entiende, es que es imposible que pactemos con el PSC en el Govern».
«Entre otras cosas, porque los dirigentes del PSOE están satisfechos y contentos con las políticas represivas. Las han aplaudido y protagonizado», ha lamentado Junqueras, que ha defendido la importancia de que haya mayorías parlamentarias lo más estables posibles tras las elecciones, al preguntársele si aceptaría el voto del PSC para un gobierno en minoría con los comuns.
Aunque considera muy importante que el independentismo supere el 50% de los votos, ha defendido también la necesidad de «ser muchos más y más fuertes» para avanzar hacia la independencia, tras advertir de que el 1-O se evidenció que el Estado está dispuesto a utilizar todas sus herramientas contra este objetivo.
Críticas a JxCat
Sin embargo, en otra alusión velada a JxCat, ha preguntado a los que no lo comparten su tesis cómo justifican que deban «ser menos y más débiles».
«No compartimos que el objetivo sea ser menos, cada vez más puros, más limpios, y a la vez más débiles. Tenemos que ser cada vez más fuertes y transversales», ha defendido Junqueras, que ha reivindicado el trabajo y la cohesión interna de ERC frente a la del partido de Carles Puigdemont, sin citarlo.
Según Junqueras, hay formaciones rivales de ERC que están sufriendo «dificultades internas, escisiones y separaciones», pero les ha pedido que aclaren lo más rápido posible esta situación para que puedan ponerse al servicio de los catalanes.
Además de desearles suerte porque, ha asegurado, deberán colaborar para tirar adelante Cataluña, ha presentado a ERC como un partido de izquierdas y sensibilidad social, y lo ha comparado con otros partidos «que están situados en ámbitos más conservadores, de centro derecha y que defienden políticas más tradicionales».
Consell per la República
Después de que ERC no asistiera al acto del sábado del Consell per la República, Junqueras lo ha justificado porque «las instituciones y los ámbitos transversales no se pueden utilizar de forma partidista».
Sobre si se desvincularán del todo del órgano, ha evitado responder de forma directa y ha explicitado que lo que harán es «trabajar siempre al servicio de la transversalidad del país», sin querer entrar en reproches.
Legislatura
En relación a la legislatura, ha hecho un «balance positivo» de los tres años que ha durado, pese a las dificultades que ha pasado, y ha defendido el trabajo de la consellera de Salud, Alba Vergés, y del de Asuntos Sociales, Chakir El Homrani, ambos de ERC.
«Tienen mi confianza», ha aseverado Junqueras, tras advertir de que han tenido que afrontar una situación muy compleja, como ha ocurrido en el resto del mundo.