Cataluña entra en pérdidas

El Instituto Nacional de Estadística acaba de publicar los datos definitivos de la Contabilidad Regional del año 2019.

Desde la perspectiva de Cataluña, es muy revelador examinar estos datos y compararlos con los de años pasados. Y compararlos con los de otras Comunidades.

Diferencias en Producto Interior Bruto (PIB)

Tradicionalmente, el PIB de Cataluña ha sido siempre el más alto de España. Cataluña era la locomotora del país. Esto ha sido así hasta el año 2016 inclusive, en el que el PIB de Cataluña a precios corrientes fue 212.700 millones de euros. En segundo lugar, como siempre, figuraba la Comunidad de Madrid, con 211.700 millones.

Sin embargo, el año 2017 se acaba el histórico liderazgo catalán y se produce el sorpasso. Madrid pasa a ocupar el primer puesto, con 222.000 millones de PIB y Cataluña desciende a la segunda posición, con 221.500.

Y la brecha Madrid-Cataluña se agrava en los años siguientes:

En 2018 el PIB de Madrid es 231.100 millones. El de Cataluña es 229.300 millones.

Y en 2019 (último dato disponible) el PIB de Madrid es 240.100 millones y el de Cataluña es 236.800 millones. Una apreciable brecha de 3.300 millones.

Diferencias en ritmo de crecimiento

Es más revelador todavía examinar los ritmos de crecimiento del PIB en precios corrientes en ambas Comunidades, pues ello nos permite prever el comportamiento futuro.

Cataluña crece en 2017 un 4,1%, en 2018 un 3,6% y en 2019 un 3,3%.

Madrid crece en 2017 un 4,9%, en 2018 un 4,1% y en 2019 3,9%.

La diferencia entre ambos ritmos de crecimiento es muy acusada: en 2017 el ritmo de crecimiento de Madrid es un 20% superior al de Cataluña, en 2018 es un 14%; en 2019 es un 18%.

El ritmo de crecimiento del PIB catalán en 2019 es inferior no sólo al de Madrid. También es inferior al de la Comunidad Valenciana (que tuvo un 3,8%) y al de el País Vasco (que tuvo un 3,4%). Cataluña tuvo un 3,3%.

Y lo más desolador para Cataluña es que su ritmo de crecimiento en 2019 (el indicado 3,3%) es inferior al ritmo de crecimiento de España en su conjunto (que es un 3,4%). Que Cataluña crezca a un ritmo inferior al de la media de España no había pasado nunca.

¿Qué pasará en este catastrófico año 2020? Todavía no lo sabemos. En ambas Comunidades el PIB habrá caído en torno a un 11%. Pero la brecha se mantiene.

Diferencias en PIB por cápita

Las diferencias entre Madrid y Cataluña son más notables todavía cuando nos fijamos en el PIB per cápita, pues Cataluña, con un millón más de habitantes que Madrid, tiene un PIB inferior.

Así, en 2019, el PIB per cápita de Cataluña es 31.100 euros.

El PIB per cápita de Madrid es 35.900 euros (un 15,4% superior al de Cataluña).

La diferencia es más visible si observamos que el PIB per cápita de Cataluña es casi igual que el de Italia (que tiene 29.660 euros). Mientras que el PIB per cápita en Madrid es igual que el de Francia (que tiene 35.960 euros).

Conclusiones

1.Está claro que, comparando con Madrid, Cataluña viene recorriendo desde 2017 una senda de decadencia económica cada vez mayor. Esto contradice un comportamiento histórico secular.

2.No tiene sentido atribuir esta decadencia a que Madrid, por el efecto capitalidad, detrae recursos del resto de Comunidades. Madrid es la capital de España desde hace muchos años y Cataluña ha perdido su liderazgo sólo a partir de 2017. Y hay que destacar que en 2019 la Comunidad Valenciana y el País Vasco crecen más que Cataluña. Algo pasa en Cataluña.

Por otra parte, toda capital de un Estado goza de atractivos diferenciales, como pasa en París y Londres. Lo que ocurre es que, hasta hace bien poco, Barcelona era la capital económica de España. Y cultural. Y eso es lo que está perdiendo. Que vengan a Madrid los activos perdidos por Barcelona no es culpa de Madrid.

En ese maremágnum de transferencias económicas entre regiones, fijarse en el Impuesto de Patrimonio o en el de Sucesiones es ridículo. Estos impuestos son irrelevantes en el mundo de los negocios.

3.Tampoco puede atribuirse la caída del PIB catalán al hecho de que, a partir de 2017, muchas empresas catalanas (5.843 según los Registradores) hayan trasladado su domicilio social fuera de Cataluña.

En realidad, el traslado del domicilio social es una operación intranscendente desde el punto de vista económico y fiscal pues no implica traslado de consejeros, ni de directivos, ni de empleados ni de fábricas ni de oficinas. Ese traslado de domicilio social se hace por razones muy importantes de protección legal (seguir perteneciendo a un Estado de la Unión Europea, seguir en el euro, seguir cotizando en una Bolsa reconocida, seguir bajo el paraguas del Banco Central Europeo… casi nada). Otra cosa es el traslado del domicilio fiscal, que obliga al desplazamiento físico fuera de Cataluña de buena parte de consejeros y directivos. Y eso lo han hecho pocas empresas. Y ninguna de las cotizadas en el IBEX.

4.Lo que realmente está pasando es que Cataluña está recibiendo muy pocas nuevas inversiones. Por eso deja de crecer. A diferencia de Madrid. Y eso se debe a que Cataluña está dejando de ser un territorio atractivo para los empresarios. Toca preguntarse a qué se debe esto.

En nuestra opinión, los poderes públicos, si quieren estimular la economía, tienen que hacer dos cosas: a) luchar seriamente contra el déficit; y b) construir un clima político, institucional, legal, laboral y fiscal que proporcione la seguridad, confianza y estabilidad imprescindibles para que los empresarios, de cualquier parte, inviertan y creen empleo.

Es obvio que el Gobierno central flojea en el cumplimiento de ambas cosas. Pero, lamentablemente, es también obvio que la Generalitat flojea mucho más. Esto es lo que hay que arreglar. Y más aún por la pandemia.