En medio de la segunda ola de contagios por coronavirus y con la comunidad inmersa en una crisis social, sanitaria y económica, el Parlament ha aprobado este viernes la propuesta de resolución conjunta presentada por los partidos independentistas JxCat, ERC y la CUP para instar al Congreso a aprobar una ley de amnistía para los políticos condenados por el ‘Procés’. La resolución ha sido aprobada con 70 votos a favor de los grupos impulsores, 57 en contra de PSC-Units, Cs y PP, y la abstención de los 8 diputados los comuns.
La iniciativa señala que la ley de amnistía «debe partir de entender como intencionalidad política cualquier hecho vinculado a la lucha democrática por la autodeterminación de Cataluña o a los hechos derivados de la crítica de la actuación de las autoridades gobernativas o jurisdiccionales que hubieran sido perseguidos penalmente o administrativa desde el 1 de enero de 2013″. En este sentido, detalla los delitos que debería incluir: rebelión y sedición; malversación de caudales públicos cuando esté en concurso con el delito de sedición, y los delitos de prevaricación, falsedad, malversación de caudales públicos, desobediencia o revelación de secretos, así como los delitos vinculados a la organización del 9N de 2014 o el 1-O de 2017.
También se incorporarían los actos de expresión y opinión que hayan sido valorados como delitos de incitación al odio vinculados al conflicto catalán; los delitos contra el orden público «cometidos en el marco de la lucha democrática por la autodeterminación y/o de las protestas y acciones de crítica de la actuación de las autoridades gubernativas y/o jurisdiccionales sobre el conflicto» en Cataluña, y otros actos que hayan sido mediados por la realización de los actos amnistiados.
Diálogo y reforma del código penal
Desde los comuns, Lucas Ferro ha argumentado la abstención de su grupo porque, en su opinión, no se puede renunciar a vías como la reforma del delito de sedición del Código Penal y a los indultos, y ha llamado a los partidos independentistas a ser capaces de dialogar y llegar a un acuerdo: «No compartimos que las propuestas antirrepresivas compitan entre ellas».
El socialista Ferran Pedret también ha defendido la vía del diálogo, la negociación y el pacto para alcanzar una solución política que genere consenso entre los catalanes y pueda asumir el conjunto del resto de españoles, y tras ver connotaciones electorales en que JxCat, ERC y la CUP hayan llevado la propuesta por la amnistía en el último pleno de la legislatura, ha dejado claro que a la mitad de catalanes que no son independentistas «no se les puede pedir el olvido» de lo que ocurrió.
Tras lamentar la «crispación» existente en Cataluña, Nacho Martín Blanco (Cs) ha llamado a generar un clima y un debate público más constructivo en la próxima legislatura porque, en su opinión, seguir con el debate independentista genera división y no permitirá gestionar la crisis sanitaria del coronavirus, y sus consecuencias económicas y sociales, con las garantías que se necesita.
Para el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, los independentistas han aplicado «un realismo mágico populista» también cuando abordan cuestiones como la amnistía, y ha querido subrayar que la malversación y la sedición no son ideologías políticas.
«Sabemos que no se aprobará»
Desde JxCat, el vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa, ha reconocido que saben que el Estado «no aceptará ninguna amnistía, y si lo hiciera, al día siguiente no terminaría la represión», tras no percibir ningún cambio en el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos en relación al conflicto catalán, que cree que sólo se podrá solucionar con la independencia.
El diputado de ERC Ferran Civit ha pedido «empatía, amnistía y política» a la hora de defender la propuesta de resolución porque, a su juicio, el conflicto sólo se puede resolver políticamente.
Además, la ‘cupaire’ Natàlia Sànchez ha advertido de que seguirán con su lucha pese a que no se apruebe la amnistía, «no es un punto y final», y ha replicado a los comuns que la reforma del delito de sedición es una solución parcial para que salgan los presos independentistas pero no una opción global para poder hacer política en libertad.