El eurodiputado de JxCat y exconseller destituido en 2017 con el artículo 155 de la Constitución, Antoni Comín, ha afirmado este lunes en TV3, que «el PSOE le ha tomado un poco el pelo a ERC» con la negociación de los presupuestos del Estado, ya que la situación de los presos independentistas ha empeorado.
La semana pasada, un día después de que ERC sumara sus votos para que los presupuestos generales del Estado fueran aprobados en el Congreso, el Tribunal Supremo decidió revocar el tercer grado concedido por la Generalitat a los nueve condenados a prisión por el «procés», que tampoco podrán gozar del régimen flexible que les permitía el artículo 100.2 del reglamento penitenciario.
Comín, que fue conseller de Salud con ERC hasta 2017 y que ahora es eurodiputado de JxCat junto a Carles Puigdemont, ha comentado que si fuese dirigente de Esquerra se sentiría «estafado» por el PSOE al ver que «al día siguiente» de prestar sus votos para aprobar los presupuestos llega la decisión del Supremo sobre los presos.
Mesa de negociación
Comín se ha mostrado convencido de que si JxCat, ERC y la CUP hubiesen acudido unidos a la mesa de negociación con el PSOE, la «fuerza negociadora habría sido más alta» y habrían podido arrancar más compromisos al Gobierno de Pedro Sánchez.
Según Comín, si las fuerzas independentistas se sientan en una mesa con el Gobierno debe ser para «negociar las condiciones de un referéndum de autodeterminación» en Cataluña.
Toda negociación que no sea para hablar de eso, a su juicio, significa «regalar una foto a Pedro Sánchez para hacer creer a Europa» que el conflicto catalán está «en vías de solución».
Inmunidad de los eurodiputados
Por otro lado, en relación con el suplicatorio para levantar la inmunidad de los tres eurodiputados de JxCat -Puigdemont, Comín y Clara Ponsatí-, ha advertido al Parlamento Europeo de que, si lo acepta, los tres afectados recurrirán al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, y «la posibilidad de que tumbe este suplicatorio es muy alta».
Eso tendría un «impacto gravísimo en la reputación» de la Eurocámara, por lo que deben «pensárselo muy bien», ha avisado Comín.