Las fusiones bancarias no son motivo de celebración para todos. Diferentes entidades sindicales y sociales —entre las que se cuentan la Intersindical CSC, la Associació Caixa Catalana y la Federació d’Estalvi de Catalunya— presentaron ayer un manifiesto de rechazo a la operación de fusión de Caixabank y Bankia y a la concentración del sector en pocos operadores. El manifiesto solo es el primer paso de la campaña, pues tras ella se llevará a cabo una recogida de firmas que durará dos meses y que se entregará a las entidades mencionadas.
Según el manifiesto, la operación entre ambas entidades bancarias atenta «totalmente contra la competencia» porque con esta absorción la nueva Caixabank «controlará más del 35% de las oficinas en los territorios más importantes». Asimismo, los firmantes critican que a la desaparición de las cajas de ahorros se le suma la «pérdida de oportunidad» de convertir a Bankia en un banco público. Esto es así, a su juicio, porque las «regulaciones no son suficientes y hace falta que el sector público esté presente para realizar acciones contracíclicas en momentos de crisis».
La fusión incrementa la «inestabilidad del sistema»
Por otro lado, la plataforma hace hincapié en que en Europa las cajas y las cooperativas de crédito continúan siendo importantes, ya que gozan de una presencia del 40%. Por el contrario, en nuestro país la fusión de bancos «incrementa la inestabilidad del sistema, empeora las condiciones de los usuario, destruye ocupación, reduce la obra social, disminuye el control social y desconecta a las entidades de los territorios». A modo de conclusión, denuncian el «chantaje» que ejercen estas entidades, «demasiado grandes para caerse».
En la presentación del manifiesto este viernes participaron Manuel Nolla, Francesc Balaguer, Rosa Conde y Janire Landaluze, y tuvo lugar en los cuatro idiomas oficiales: castellano, catalán, gallego y vasco