Un nuevo grupo de militares ha querido dar a conocer su opinión sobre la situación que atraviesa España. Son 271 mandos que han suscrito una declaración en la que advierten sobre el «deterioro de la democracia» y «la imposición de un pensamiento único«. Además, alertan sobre que la unidad de España «está en peligro». El documento, dado a conocer por la agencia Efe, está encabezado por el teniente general Emilio Pérez Alamán, el almirante José María Treviño y el teniente general Juan Antonio Álvarez Jiménez y ha sido suscrito por generales, oficiales, legionarios y soldados.
Los autores de la declaración dicen no tener nada que ver con otras iniciativas similares registradas en el Ejército en los últimos meses. Dejan claro en su texto, además, que no tienen ningún vínculo con otros militares participantes en un chat en el que, entre otras cuestiones, uno de ellos habló de «fusilar a 26 millones de españoles«. Sobre este chat, los autores de la declaración aseguran que es «ajeno a nuestro sentir y esencia de los soldados».
Los firmantes de este nuevo manifiesto dicen compartir «las mismas inquietudes» que sus compañeros de la XIX Promoción del Ejército del Aire y de la XXIII de la Academia General Militar del Ejército de Tierra, expuestas en sendas cartas al presidente del Parlamento Europeo y al Rey de España». Cartas que merecieron el reproche de la ministra de Defensa, la socialista Margarita Robles.
Algaradas independentistas y golpistas
En esta ocasión, los 271 militares que firman la declaración dejan clara su lealtad a Felipe VI, acusan al Gobierno de Pedro Sánchez de aceptar «los desprecios a España, las humillaciones a sus símbolos, el menosprecio al Rey y los ataques a su efigie». Y añaden: «Además de permitir violentas algaradas independentistas y golpistas con petición de indultos a condenados por sedición, así como conceder favores a terroristas con el consiguiente menosprecio a sus víctimas», bordear «la legislación vigente», buscar «el sometimiento al Poder Ejecutivo del Poder Judicial, incluida la Fiscalía General del Estado», y tratar de «imponer un pensamiento único» con leyes como la de Memoria Democrática.
Recuerdan que, a pesar de estar retirados, siguen siendo militares y que mantienen «activo el juramento» de «garantizar la soberanía e independencia de España y defender su integridad territorial y el orden constitucional, entregando la vida si fuera preciso», tal y como fija la Constitución en su artículo 8. «Si bien por edad no podemos ejercer nuestra vocación de soldados en unidades», afirman, «sí hemos recuperado los derechos fundamentales a los que renunciamos voluntariamente al abrazar la carrera de las Armas. Entre ellos la libertad de opinión y expresión que nos permite firmar esta declaración, que advierte de los riesgos a que están sometiendo a nuestra Patria los responsables de dirigir el futuro de España».