El Museo de Historia de Cataluña da un paso más en su compromiso con el relato nacionalista de los hechos históricos acaecidos en esta comunidad. Si el centro ya exhibe la pluma con la que el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, firmó el decreto de la consulta secesionista del 9-N de 2014 o urnas de plástico del referéndum ilegal de octubre de 2017, ahora también mostrará la pancarta a favor de los políticos presos que terminó valiéndole la inhabilitación al expresident Torra.
«Hoy he entregado al Museo de Historia de Cataluña la pancarta que exigía la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados, y que fue el origen de mi aberrante inhabilitación. La lucha por los derechos civiles, la justicia y la libertad es una exigencia democrática», declaró ayer en su perfil de Twitter el expresident. Como es sabido, Torra fue condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por un delito de desobediencia por no retirar a tiempo la pancarta aludida a pesar de las reiteradas advertencias de la Junta Electoral. La petición de la Junta pretendía preservar la neutralidad de las instituciones y el pluralismo ideológico que deben observarse antes de una elecciones. Actualmente, Torra ya no ejerce el cargo, pero continúa cobrando un sueldo de 122.400 euros anuales —40.000 más que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez—.
Torra afirma que cumplía con un mandato de la ONU
Torra, sin embargo, sostuvo en el acto de entrega de la pancarta que no fue inhabilitado «por colgar una pancarta, sino por colgar esta pancarta, con lo que decía». Manteniéndola colgada, Torra pretendía lanzar el mensaje de que Cataluña es un «país que está en un proceso de independencia y que vive una represión por parte de los gobiernos españoles, que le impiden ser libre». «Mi deber era dejar bien claro que el gobierno de Cataluña estaba al lado de lo que la ciudadanía de Cataluña había expresado pacífica y democráticamente», sentenció. Asimismo, reveló que al hacerlo «cumplía el mandato del grupo de detenciones arbitrarias de la ONU, que exigía a todos los gobiernos hacer publicidad de la situación de absoluta injusticia en la que estaban los presos y los exiliados».
Después de estas declaraciones Torra firmó el convenio de cesión de la pancarta al museo, acompañado de la directora del centro, Margarida Sala, y del director de la Agència Catalana de Patrimoni Cultural, Josep Manuel Rueda. «En cumplimiento de nuestra misión como museo, la conservación de los objetos históricos del país es fundamental para la narración histórica. Por eso desde hoy, la pancarta Por la libertad de los presos políticos y exiliados forma parte de nuestra colección», relató posteriormente el Museo en redes sociales.