Arrimadas oficializo ayer la ruptura con el PP al declarar “es una pena que el principal partido de la oposición este pensando en cargarse a Ciudadanos”. Este cambio de guion, ahora consumado, viene de lejos. Comienza con la voluntad de los naranjas de tener un discurso propio tras la debacle de las generales y la llegada de Arrimadas a la Presidencia del partido. Durante unos meses Casado piensa en una confluencia con los liberales para reconstruir el espacio de centro-derecha tanto por la presión de Vox desde la derecha como por los problemas inacabables del PP con los procesos por corrupción, en especial el caso Kitchen.
El no a la moción de censura presentada por Vox da nuevos ánimos a los populares y su líder se siente reforzado por los halagos de la prensa. La debilidad de los de Arrimadas en las encuestas a nivel nacional y la posibilidad del ‘sorpasso’ en Cataluña que Alejandro Fernández, siempre contrario a la coalición en Cataluña, da por probable, desencadenan el cambio de estrategia. Ya no se trata de pactar o de confluir con Ciudadanos en una nueva formación si no simplemente acabar con él o debilitarlo al máximo para que se entregue con armas y bagajes. Y para conseguirlo por la vía rápida nada mejor que el anhelado ‘sorpasso’ en Cataluña o por lo menos, una máxima igualdad.
Si Ciudadanos no gana con claridad al PP en Cataluña, cuna y estandarte de los liberales, la ocupación del centro esta garantizada, piensan los populares
Ello explica que Casado haya venido dos veces a Cataluña en quince días o que la presidenta de la Comunidad de Madrid este haciendo precampaña en Barcelona defendiendo el modelo de gestión de Madrid. El mensaje es claro: frente a la pujanza de Madrid, la decadencia de Barcelona. Y ello gracias a la gestión del PP madrileño.
Si Ciudadanos no gana con claridad al PP en Cataluña, cuna y estandarte de los liberales, la ocupación del centro esta garantizada, piensan los populares.
¿Existen posibilidades reales de que el PP obtenga mejores resultados que Ciudadanos?
La reciente encuesta del CEO otorga entre 7-8 diputados a Vox,( 6%) entre 8-9 al PP(7%) y 13-14 a Ciudadanos ( 10%). Los populares confían en que la tendencia descendente de los naranjas se agudice y piensan que gozan de un mejor candidato. Ciudadanos por su parte consideran que esta encuesta esta sesgada, otras les otorgan entorno a 16 diputados, y que el arrastre de Arrimadas, ganadora en 2017, será determinante en su favor. Y ambos no pueden olvidarse de Vox que se acerca peligrosamente y con tendencia al alza.
La elecciones catalanas van a ser determinantes en la batalla entre PP y Vox por la hegemonía de la derecha
En cualquier caso, las elecciones catalanas tienen tres atractivos principales. Uno, la disputa por el primer lugar, que parece decantarse del lado de ERC, aunque ni Iceta ni Puigdemont tiraran la toalla. Dos, la posibilidad de un Tripartito de izquierdas no por negado por PSC y ERC menos verosímil si la aritmética es favorable. Tres, van a ser determinantes en la batalla entre PP y Vox por la hegemonía de la derecha, y entre Ciudadanos y PP por el centro-derecha.
El resultado de Cataluña va a tener una repercusión importante a nivel nacional. Por ello los líderes nacionales de las tres formaciones referidas van a tener un gran protagonismo en la campaña de las elecciones catalanas que, en este sentido, van a ser una especie de primarias de las todavía lejanas elecciones generales. En todo caso una opción arriesgada que puede crear problemas a los populares en otras CC. AA y ayuntamientos en los que gobierna gracias a los votos de Ciudadanos después de una pésima gestión de los pactos por parte de Albert Rivera.