El desafío separatista ha consistido en:
- Movimiento de masas creado por los partidos Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Convergència i Unió (CiU) y Candidatures d’Unitat Popular (CUP); con dos correas de transmisión, Omnium Cultural y Assamblea Nacional Catalana; y con una miríada de entes generalistas y sectoriales para la agitación.
- Administración pública secuestrada (Generalitat de Catalunya, con todas las competencias de un Estado salvo Seguridad Social, Defensa y Exterior) usada para realizar las pretensiones y acciones separatistas.
- Una cobertura mediática absoluta de los medios públicos (TV3…) y privados subvencionados.
- Vampirización de las entidades civiles, sindicatos, patronales y colegios profesionales.
- Enemigo exterior: España, a la que se atribuye todo lo inconveniente y negro del pasado, del presente y del futuro.
- Populismo y oportunismo: aprovechar la democracia representativa cuando conviene. Así, que los separatistas, con menos votos que los constitucionalistas catalanes, obtengan más escaños, suficientes para eternizarse en el poder.
- Estado de derecho: ciscarse la legalidad siempre que a los independentistas les convenga o les pete.
- Catalán como lengua única.
- Desengancharse de España, crear estructuras de Estado paralelas, para sustituir a las del Estado español, desaparecido.
- Control del territorio, visibilidad apabullante de las banderas y de los lemas separatistas, evidenciando quien manda ahí.
- Internacionalizar el desafío separatista, presentándolo como conflicto étnico supuestamente insoluble.
Espanya ens roba fue un lema de inflexión en la conversión del autonomismo conservador en independentismo revolucionario y en la desestabilización de Cataluña operada en la última década por el ‘procés’. Tras la culminación del golpe de Estado separatista en el otoño de 2017, el paradigma dominante es otro, ha cambiado, ya no es Espanya ens roba sino El ‘procés’ ens roba.
«Tras la culminación del golpe de Estado separatista en el otoño de 2017, el paradigma dominante es otro«
Hoy es claro que los males de Cataluña no derivan de la pérfida España sino del ‘procés’ mismo. Lo podemos sintetizar como el ‘procés’ ens roba:
- El PIB actual de Cataluña es un -4,6 % inferior al que hubiera sido sin el lance separatista. Esto supone -1.384 € al año por catalán, -4 € por día.
- El crecimiento del PIB de Cataluña acumulado desde 2005 es un -11,2 % menor que el correspondiente al de la Comunidad de Madrid.
- La proporción del PIB catalán sobre el total español se mantiene en un 18,5 % mientras que el de Madrid ha escalado hasta el 19,1 %.
- La renta per cápita de un catalán era en 1981 un 21 % mayor a la media de España. Hoy está un 19 % por encima. La de un madrileño era un 19 % mayor y hoy es un 35 % mayor.
- La competitividad de Cataluña se ha hundido: entre las regiones de Europa, en 2010 estaba en el puesto 103, en 2019 bajó hasta el puesto 161. Madrid está en el puesto 98.
- Madrid es la principal competidora de Cataluña y la principal beneficiaria de los desmanes de los separatistas.
- Cataluña está en el puesto 6 para hacer negocios entre las Comunidades Autónomas (CC.AA.) españolas. Madrid está en el puesto 2, La Rioja está en el 1.
- Cataluña publica cada año 104.042 páginas de diario oficial. En intensidad reglamentaria le sigue Madrid con 88 mil páginas, pero otras CC.AA. como La Rioja se las arreglan con 18 mil.
- La Cataluña autonómico-separatista es un infierno fiscal: ocupa el último lugar entre las CC.AA. porque impone los mayores recargos en los tramos autonómicos de impuestos estatales (IRPF e impuestos especiales) e impone 15 tributos propios (la segunda región en tributos propios, tiene 6).
- Cataluña no atrae. Los separatistas expulsan empresas, personas y actividad. Madrid absorbe cada año un neto de 42 mil habitantes procedentes de toda España, ahora también de Cataluña.
- El mercado de vivienda y de oficinas de Barcelona y su área metropolitana manejan sólo la mitad del volumen de Madrid, aún cuando Cataluña tenga un millón más de habitantes. No hay proyectos urbanísticos.
«Cataluña no atrae. Los separatistas expulsan empresas, personas y actividad. Madrid absorbe cada año un neto de 42 mil habitantes procedentes de toda España, ahora también de Cataluña.»
- Cataluña debe su fuerza histórica y la actual a su especialización en vender al mercado de toda España. En la última década las exportaciones al resto de España han ido cayendo, incluso en términos absolutos. El saldo entre exportaciones e importaciones al resto de España se reduce. Este saldo interior decreciente con el resto de España está comprometiendo el balanceo del déficit comercial de Cataluña con el resto del mundo.
- Cataluña vende más a Aragón que a ¡toda Francia! Más a Madrid que al Reino Unido, más a Castilla la Mancha que a China… Comprenderemos, pues, cuánto importa ser o no ser español.
- Las balanzas fiscales de Cataluña con el resto de España son como la zona cero del argumentario separatista. Aseveran que ahora Espanya ens roba mucho y que con este importe, cuando Cataluña sea independiente, se podrá pagar… Más allá de la discusión del nivel real del saldo fiscal, si Cataluña fuera independiente este saldo habría ¡desaparecido! debido a la caída del comercio entre una Cataluña independiente y el resto de España.
- Madrid es la Comunidad de mayor contribución fiscal neta a las arcas españolas: simplemente, Madrid aporta el doble que Cataluña. Espanya roba a Madrit!
- El nivel de solidaridad territorial español es bastante menor que el de países federales como Estados Unidos y Alemania.
- El independentismo catalán ¿es fruto del egoísmo fiscal de su élite?
- Las empresas y personas residentes en la provincia de Barcelona financian con sus impuestos a Gerona, Lérida y Tarragona: las balanzas fiscales internas de Cataluña reproducen de un modo muy aumentado las de Cataluña con el resto de España. Las comarcas más separatistas son con mucho las que reciben más subvenciones.
- Las marcas Barcelona, Cataluña y España han sufrido un daño reputacional grande. La inestabilidad política y social, el golpe de Estado separatista del otoño 2017, las campañas internacionales de los separatistas contra España, así como la violencia, guerrilla y quema de Barcelona en el otoño 2019 han disuadido el turismo nacional y reducido el extranjero. En 2020 el Covid-19 ha rematado la faena.
- La atractividad de Barcelona como ciudad europea dónde invertir y vivir ha caído del puesto 4 en 2010 al puesto 11 en 2019.
- El sistema de seguridad social español tiene en el pago de pensiones en Cataluña un déficit de unos 3 mil M € cada año. Una Cataluña independiente no recibiría este importe de España.
- El traslado de empresas fuera de Cataluña se agudizó en la estampida del otoño 2017, y continúa. La confrontación social, el caos político, la inestabilidad económica, el boicot a los productos y empresas (separatistas) catalanes, la corrupción, el infierno fiscal y la inseguridad jurídica perjudican a la actividad económica e incrementan el riesgo.
«La atractividad de Barcelona como ciudad europea dónde invertir y vivir ha caído del puesto 4 en 2010 al puesto 11 en 2019.»
- Los bancos catalanes, simplemente, huyeron para evitar la quiebra debido a la corrida de depósitos en Cataluña y fuera de ella.
- La inversión extranjera en Cataluña se hundió. La inversión extranjera recibida por Madrid entre 2010 y 2019 fue 4 veces superior a la que recibió Cataluña, su destino tradicional. Tras el putsch separatista de 2017, hoy Cataluña recibe ¡15 veces! menos inversiones extranjeras que Madrid.
- Siempre muy expansivos, los presupuestos de la Generalitat se han multiplicado por 3,5 entre los años 2000 y 2019, hasta llegar a los 42.173 millones de euros, el 18,2 % del PIB catalán. Básicamente, se aplican a sanidad, educación y policía.
- La deuda acumulada por la Generalitat, sustancialmente con el Fondo de Liquidez Autonómico con el que fue rescatada por el Ministerio de Hacienda, asciende a 79.243 millones de euros, más del doble que la deuda de la Comunidad de Madrid. Dada la no sostenibilidad de las finanzas de la Generalitat, su rating es el de bono basura y no tiene acceso a los mercados de capitales.
- El declive actual de Cataluña tendrá consecuencias hondas a medio y largo plazo, muchas más cuanto más tarde en cesar el órdago de los independentistas catalanes y de la Generalitat separatista.
- En la Cataluña dominada por los separatistas, así como entre ésta y el resto de España, hay una larga fricción, que derivará en abrasión de Cataluña y de España. Desgraciadamente, ésta es la crónica de una decadencia anunciada.
Afortunadamente, no obstante, un cambio de paradigma se ha desarrollado y muy lentamente se convierte en hegemónico: hoy es claro que quien nos roba no es España sino el ‘procés’, el persistente desafío separatista. El ‘procés’ ens roba. Por ello, es tiempo de decir: prou procés, seny, enteniment, reconciliación y concordia.
Conclusión
Revertir el desafío separatista catalán y la profundidad de sus impactos será una tarea larga y asaz costosa.