En el mundo separatista, nadie duda de que los políticos separatistas presos por los hechos del procés son «presos políticos». No importa que el Consejo de Europa rechaza que lo sean o que Amnistía Internacional también lo haya negado. Ahora, sin embargo, otra voz se ha sumado a los expertos que desmienten su condición de presos ideológicos. Se trata del corresponsal del New York Times en España, Raphael Minder. Un periodista que, cabe decir, no se cuenta entre los corresponsales más críticos con las tesis secesionistas —como sí lo es la corresponsal de Le Monde, Sandrine Morel—.
«Si un político se salta a sabiendas la legalidad democrática y la advertencia del Tribunal Constitucional… sucede lo previsto: se le juzga. No es encarcelado por sus opiniones o sus ideas, pues, sino por una conducta ilegal. Sí es muy opinable la dureza de la sentencia», argumenta Minder.
«Demasiado lejos, demasiado rápido»
El periodista también recuerda que los encarcelados han «proclamado su hoja de ruta para esquivar en su Parlament las leyes nacionales y los protocolos democráticos…». «Estos líderes políticos independentistas decidieron ir demasiado lejos y demasiado rápido. Y es que disponer de una mayoría parlamentaria… no supone tener mayoría social», subraya el corresponsal.
En cualquier caso, Minder estima que en Cataluña conviene que tenga lugar un «debate más constructivo». «Un político independentista se jactó ante mí de ‘limpiar’ de críticas sus redes: ¡error!», ejemplifica. Y es que Minder ve a «demasiados políticos demasiado instalados en este conflicto». «Y muy a gusto», añade.
Puigdemont, «animal peligroso»
Por lo que respecta al expresidente catalán y fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, Minder sostiene que «quería vivir en Girona, y ya ve». «Y cuidado», advierte, «¡el político herido es un animal peligroso!». Por último, en cuanto al republicano Oriol Junqueras, juzga que es «muy profesoral» y que «le tiene muy cabreado que Puigdemont, sin dar la cara, sea todavía capaz de arrastrar a tantísimos votantes».