En su objetivo de internacionalizar el procés, el separatismo llegó a lograr en su momento el apoyo de siete de los 435 miembros con que cuenta la Cámara de Representantes de EEUU. Tras la celebración de las controvertidas elecciones del pasado día 9, el separatismo ha perdido varios de estos apoyos y, en la próxima legislatura, contará inicialmente solo con tres congresistas a favor de la ruptura con España, dos demócratas y un republicano.
Desde el Partido Demócrata, liderado por Joe Biden y Kamala Harris, serán los diputados John Garamendi y Brian Higgins los que, si nada cambia, seguirán dando su apoyo a Carles Puigdemont y Quim Torra, que es con quienes han tenido más relación. Por parte del Partido Republicano, será el congresista trumpista Mario Díaz Balart el que mantenga su respaldo al procés, movido, sobre todo, por su rechazo a la política que mantiene España con respecto a Cuba, de la que proviene su familia.
Díaz Balart es un político que, según ha subrayado el digital Dolça Catalunya, pertenece a la Asociación Nacional del Rifle, rechaza la inmigración, apoya el bloqueo a la Cuba castrista, es un negacionista del cambio climático y, en su momento, votó en contra el Obamacare (Ley de Cuidados de Salud a bajo costo promovida por el Gobierno del presidente Barack Obama).
Vasco, no hispano
El demócrata John Garamendi, por su parte, es descendiente de vascos que emigraron a EEUU a principios del s. XX. Elegido congresista por California, siempre ha negado tener ascendencia española y ha dejado claro que él es descendiente de euscaldunes. Tanto es así que, incluso, ha rechazado categorizarse como hispano, tal y como ha hecho una treintena larga de congresistas de este origen en la actual legislatura.
Brian Higgins, por su parte, es congresista del Partido Demócrata por Nueva York. A principios de 2017 visitó Cataluña junto al republicano Dana Rohrabacher. Se reunieron con, entre otros Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, a los que trasladaron su opinión sobre el referéndum ilegal de octubre de aquel año. Ambos, sin embargo, rechazaron la alianza entre JxCat y la CUP, partido antisistema que siempre ha mostrado su rechazo a EEUU y ha alabado al régimen de los Castro en Cuba. Y es que, al igual que Garamendi y Díaz Balart, Higgins no comparte nada con el comunismo, a pesar de que hoy pueda parecer que el Partido Demócrata norteamericano sea una formación de izquierdas.