El Arzobispado de Barcelona ha explicado este domingo que tanto el Ayuntamiento de Barcelona como la Generalitat «eran conocedoras» de la ceremonia de beatificación celebrada este sábado en la Sagrada Familia con casi 600 asistentes.
Fuentes del Arzobispado han informado a Europa Press de que al acto acudieron el comisionado de Diálogo Intercultural y Pluralismo Religioso, Khalid Ghali, y el director general de Derecho y Entidades Jurídicas, Xavier Bernadí, en representación de ambas administraciones, y el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle.
«Cuando celebramos un acto invitamos a todo el mundo. Todo esto se sabía. Sabían qué se hacia en la Sagrada Familia», han detallado las mismas fuentes.
El Arzobispado pide perdón
En un comunicado este domingo, el Arzobispado y la Associació d’Amics de Joan Roig i Diggle –organizadores del acto- han pedido «disculpas a aquellas personas que se hayan sentido heridas» mientras siguen las restricciones en el ámbito laboral y familiar, según han destacado.
Además, se han unido «a la petición del mundo de la cultura y de la restauración para que lo más pronto posible se pueda reiniciar su actividad económica, con las medidas oportunas que minimicen el riesgo de contagio».
El Arzobispado ha sostenido que la misa «se celebró cumpliendo escrupulosamente todas las medidas exigidas por la legislación vigente, como se ha venido haciendo desde el inicio de la pandemia en todas las iglesias de la archidiócesis», han añadido.
Investigación
También han subrayado que se respetó el límite de asistencia, porque el 30% del aforo de la Sagrada Familia es cerca de 900 personas, y estaba previsto que acudieran 800 -unas 200 no pudieron hacerlo debido al cierre perimetral de la ciudad-.
En cuanto al expediente abierto, al Arzobispado «no le consta que haya llegado», después de que este sábado la Conselleria de Salud anunciara que abriría una investigación para revisar si se cumplieron todas las medidas sanitarias y restricciones de movilidad en el acto y en su organización.