Los clásicos latinos quis, quid, quando, ubi, cur, quem ad modum, quibus adminiculis, que en su versión contemporánea son las americanas 5 W + 1 H, nos permiten trazar una sinopsis de las cuestiones levantadas por el separatismo catalán.
What: El secesionismo catalán es un movimiento político-social que pretende la separación de Cataluña de resto de España. Cataluña jamás fue independiente. Durante varios siglos, Barcelona, su área metropolitana y el conjunto de Cataluña fueron la más próspera región de España.
Who: El agente principal del desafío separatista es el gobierno regional de la Comunidad Autónoma de Cataluña. Ejerce todas las competencias públicas, salvo pensiones, defensa y asuntos exteriores. Recauda el 14,7 % de los impuestos y realiza el 49,2 % del gasto público en Cataluña, especialmente en sanidad, enseñanza, policía e infraestructura. Los partidos actualmente separatistas empezaron con reivindicaciones sobre la lengua catalana, la extendieron a Espanya ens roba y han proseguido socavando al Estado de derecho y la democracia española.
When: El secesionismo catalán se ha desencadenado gradual y rápidamente en Cataluña en los últimos 20 años. Su cénit en 2014 en votos y en desfilantes el 11-S coincidió con el fin de la crisis económica que se iniciara en 2008.
Where: En la Cataluña interior y más rural, el independentismo consigue importantes mayorías electorales y sociales. El control separatista del espacio público es ahí completo y la presencia del Estado español y de sus símbolos es nula.
Why: En el origen del catalanismo se hallaron elementos culturales, identitarios y económicos, como la crisis y la desindustrialización. Durante lustros, el gobierno regional ha desarrollado una propaganda exhaustiva. La consigna Espanya ens roba fue un detonante clave.
How: Debido a ley electoral española que sobre-representa las zonas rurales, con una minoría de votos los separatistas obtuvieron regularmente la mayoría simple de escaños en el parlamento regional y consiguieron formar gobiernos regionales separatistas. Fue un jaque al Estado de derecho, a una democracia de calidad como la española y a la integridad territorial de uno de los Estados más antiguos y mayores de Europa. Los sucesivos gobiernos de España han procrastinado en la resolución del envite del separatismo catalán de modo que, en el otoño de 2017, pudo producirse un golpe de Estado secesionista. El coste del desafío separatista en términos políticos (caos institucional), sociales (severa confrontación) y económicos (-4,6 % del PIB) es importante y creciente.
En su resultado final el ‘procés’ ha sido un fracaso, en la medida en que su anulación de la legalidad española y la declaración de independencia y de república catalana fue contrariada por el Estado español
Tras esta síntesis del procés, deseamos considerar la cuestión de si el procés ¿ha sido un éxito? La respuesta meridiana es: no, el procés ha sido un fracaso. El procés ha fracasado en su objetivo último de obtener la independencia de Cataluña. En este sentido, el fracaso del procés era previsible; mejor, era un fracaso obligado.
El procés no ha fracasado porque sus líderes y sus dos millones de seguidores lo hicieran mal. En sus días de mayor gloria, que fueron numerosos, los partidos independentistas llegaron a alcanzar 2.079.340 votantes en 2017 y 794 mil desfilantes el 11S en 2013. Fueron muchos, son demasiados.
De hecho, lo hicieron tan bien, que lo hicieron: ¡consiguieron hacerlo! Sí, ‘derogaron la legalidad española’ el 6 de septiembre 2017, ‘hicieron el referéndum’ del 1 de octubre y el 27 de octubre ‘declararon la independencia y la república catalana’.
¡Por fin ¡misión cumplida! Por fin ¡aplicación del art 155 de la CE! Entonces, el Estado español se vio forzado a una acción efectiva. El procés fracasó… por el éxito que tuvo. Fue anulado por el Estado español. No podía ser de otro modo, claro. El gobierno y el Senado de España, siguiendo la Constitución Española, esto es la democracia y el Estado de derecho, hicieron que el golpe de Estado fracasara, naturalmente.
El procés fracasó completamente debido al éxito que tuvo. Por tanto, el fracaso del procés es relativo, es un fracaso con relación al objetivo de la separación. En sí mismo, el procés tuvo un gran éxito, fue un éxito mayúsculo. Efectivamente, ha sido un éxito en cuanto a los medios que ha manejado, a las acciones que ha realizado contra el Estado español, a los millones de almas que ha levantado y que siguen levantadas contra España.
El futuro de Cataluña es su decadencia y descomposición. Más allá, en una hipotética secesión colapsaría
Sin embargo, además del anterior, sustancialmente, hay otro éxito mayor del desafío separatista. Bien, hay dos éxitos mayores: haber conseguido descomponer Cataluña y, finalmente, conseguir descomponer España. Éste es un grandísimo éxito para el procés.
Indudablemente, nada semejante ha ocurrido en ningún otro lugar del mundo. En una región de un país desarrollado, que jamás ha sido colonia ni jamás fue independiente, sino siempre una región, entre las más ricas de su país, que debe su riqueza a su éxito en el mercado de su país, una región que administra un nivel de autogobierno superior al de los países federales más descentralizados del mundo, pues bien, en una región así se desarrolló en 10 escasos años un movimiento revolucionario de masas que alcanzó casi al 48,7 % de los votantes (en 2010; 47,5 % en 2017), y que organizó públicamente y dió un golpe de Estado, que fue triunfante hasta… el último segundo.
Hay también otro éxito impresionante del procés, y también un hecho único en el mundo: es la situación de facto de desconexión de Cataluña con relación al Estado español. Es una especie de ‘independencia’ de facto.
Fracaso y éxitos del independentismo. Tras su putsch, la cuestión para el movimiento separatista-soberanista-revolucionario es: habiéndose puesto de manifiesto que no ha sido y no será posible obtener su objetivo de independencia, que (jamás) los separatistas alcanzarán su objetivo absoluto ¿cómo pueden proseguir en/con el procés? ¿Para qué proseguir? Pues para que 2.079.340 catalanes sigan votando a partidos independentistas. Y para que así, aun siendo los secesionistas una minoría de votantes, continúen obteniendo una mayoría en escaños y mantengan capturada la Generalitat de Cataluña, lo que les da un instrumento muy aparente de conflicto y, en fin, es la fuente de empleo y dinero para 200 mil ‘separatistas’.
Para los separatistas, dialogar y negociar no tiene ningún sentido
Por todo ello, y visto el extraordinario nivel actual de autogobierno, ‘diálogo’ y ‘negociar’ no es lo que interesa ni mueve a los separatistas. Para los separatistas, dialogar y negociar no tiene ningún sentido. Les supondría reconocer legitimidad a la otra parte, cuando la energía política de los independentistas se basa, precisamente, en negar la legitimidad del Estado español. Además, cuanto se podría ‘conseguir’ es sólo formal, aparente o simbólico. En efecto, lo de verdad, las competencias y el dinero, ya la Generalitat separatista lo tiene todo, salvo la caja de la seguridad social -que tampoco interesa mucho, visto el déficit de 3 mil M € que cada año cubre el resto de España-, y la defensa militar exterior, que el Estado español no puede conceder sin dejar de ser Estado.
Hecho y fracasado el golpe independentista en 2017, conseguida en 2018 otra Generalitat separatista, correspondió el no diálogo y la no negociación. Con todo, los separatistas tampoco deben pasarse y contradecir mucho la ley (española, claro) hasta niveles que sean demasiado explícitos, no vaya a ser que el Estado español se viera obligado a aplicar nuevamente el art. 155… En fin, a los separatistas sólo les queda mantenerse en la Generalitat, en modo agitación permanente y en guerra de guerrillas política y legal contra el gobierno de España. El programa de la Generalitat separatista está reducido a llevar la contraria a cuanto formule Madrit, y a esperar a que un gobierno de España avance él mismo en su gradual deconstrucción de la democracia y del Estado de derecho.
Obviamente, los catalanes necesitan seny, entendimiento y concordia… Dícese que lo necesita Cataluña, y es muy cierto. Pero entre los separatistas no se hallan muchas personas dispuestas a esto, pocos están por serenarse, entenderse y vivir en concordia. Neutralidad de las instituciones, respecto a la legalidad y desterrar la unilateralidad son pretensiones que los separatistas no contemplan.
Conclusiones
Com els catalans ens hem begut l’enteniment? ¿Cómo la élite de Barcelona ha sucumbido al nacionalismo? ¿Cómo se ha echado al monte? ¿Cómo ha propiciado la descomposición política, social y económica de Cataluña y, por tanto, la aniquilación del fundamento de su mismo ser? Probablemente, éstas sean preguntas de difícil respuesta, como lo son las correspondientes a otros casos de fenómenos políticos insospechados en la atormentada historia europea
En su resultado final el procés ha sido un fracaso, en la medida en que su anulación de la legalidad española y la declaración de independencia y de república catalana fue contrariada por el Estado español. Fue un fracaso ineludible, debido a su éxito total, a su realización plena. En cambio, dos enormes éxitos relativos del procés son la amplísima movilización popular alcanzada y la trágica descomposición de Cataluña y de España.
Visto el impacto del desafío separatista (huida de personas, empresas, inversiones, actividad…), el futuro de Cataluña es su decadencia y descomposición. Más allá, en una hipotética secesión, Cataluña colapsaría.