La comisionada para la Promoción del Empleo y Políticas contra la precariedad de Barcelona, Raquel Gil, ha subrayado la necesidad de mantener abiertos los servicios públicos para la orientación laboral, de formación y de ayuda en la búsqueda de empleo.
En una entrevista de Europa Press, ha subrayado el trabajo que está llevando a cabo Barcelona Activa por la crisis que está provocando la pandemia del Covid-19: «Toca hacer mucha orientación y acompañamiento».
«Debemos mantener abiertos los puntos de atención físicos siempre que sea posible para las primeras atenciones y para guiar a los usuarios», aunque ha destacado el trabajo de la agencia de desarrollo municipal para virtualizar gran parte de sus servicios.
Implantación en el territorio
Gil ha hecho hincapié en «no dejar a nadie por el camino», y ha celebrado que la implantación territorial de Barcelona Activa ha podido absorber el crecimiento de usuarios provocado por la destrucción de empleo y el crecimiento de los ERTE.
«Independientemente de la pandemia, ya teníamos una gran implantación en el territorio, y trabajamos con el Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC), por lo que incluso atendemos a personas de los municipios colindantes», ha dicho.
Barcelona Activa cuenta con 12 equipamientos propios y más de 50 puntos de atención en la ciudad, donde trabaja junto a las entidades y con el mismo SOC: «Allí donde se está más implantado salen soluciones más rápidas y adecuadas».
Restricciones de la Generalitat
Gil, que ha sido nombrada esta misma semana presidenta delegada de Cooperación Internacional de Cité de Métiers, ha resaltado que este organismo internacional también abre una nueva etapa de lazos internacionales para la búsqueda de soluciones en materia de empleo.
Preguntada sobre las restricciones de la Generalitat para reducir los contagios de coronavirus, la comisionada ha convenido en que se debe «intentar que las medidas sanitarias sean lo más acertadas y cortas posibles, para que tengan el menor impacto posible en la economía».
También ha defendido que el principal papel de las administraciones en esta crisis es intentar evitar un aumento aún mayor de la precariedad en el empleo, y ha resaltado la necesidad de establecer ingresos mínimos para que la ciudadanía no pierda capacidad de negociación.
Además, ha recordado que el Ayuntamiento, a través de Barcelona Activa, impulsó en julio un plan de choque para impulsar el empleo en la ciudad, dotado de 6 millones de euros, que permitirá «marcar las líneas de futuro» en materia de empleo en la ciudad.