Los barceloneses comienzan a moverse en contra de las medidas de restricción que en teoría deben servir para afrontar la segunda ola de la pandemia de COVID-19. Desde las 17.00 horas, unas 1.500 personas, según la Guardia Urbana, se han manifestado en el centro de la capital catalana en una convocatoria que ha surgido de las redes sociales y en la que, al parecer, no participa ninguna formación política, ni siquiera las más radicales. El balance de los incidentes ha sido de doce detenidos, 20 Mossos atendidos por heridas leves y dos tiendas saqueadas.
La manifestación ha llegado a Plaza Sant Jaume y ha sido en este escenario en el que han comenzado los problemas. Visiblemente enfadados, los manifestantes, algunos de ellos encapuchados, han comenzado a exigir a gritos «libertad» y han coreado otros lemas relacionados con el trabajo y las ayudas. Entre los participantes, se encuentran afectados por la crisis económica provocada por la gestión sanitaria del COVID-19, además de negacionistas de la pandemia.
Otro digital, L’Alerta, ha recogido en su cuenta de Twitter algunas grabaciones de los hechos. En las mismas, se puede observar cómo los manifestantes lanzan vallas contra los Mossos. Estos, por su parte, están haciendo pasadas a gran velocidad por las calles adyacentes para dispersar a los que protestan, que, a su vez, arrojan, entre otras cosas, botellas y piedras contra los vehículos policiales.
Medios como BTV informan de que se ha producido, al menos, un herido por un golpe de una piedra en la cabeza. Los Mossos siguen intentando en estos momentos contener a los manifestantes, algunos de los cuales han incendiado contenedores para crear barricadas en las inmediaciones de Sant Jaume.
Barcelona se suma así a otras ciudades que en los últimos días están siendo escenario de fuertes protestas contra las medidas por el COVID-19. Zaragoza y Sevilla han sido las primeras en echarse a la calle, siguiendo el ejemplo de ciudades italianas como Nápoles, donde cientos de ciudadanos afectados por la situación llevan varias noches manifestándose rompiendo la norma del toque de queda vigente en el país.