La decisión de la Audiencia Nacional de absolver al major de los Mossos Josep Lluís Trapero de los delitos de rebelión y sedición con respecto al referéndum ilegal del 1-O ha sorprendido enormemente. Sobre todo a quienes vivieron aquella jornada en puestos de responsabilidad institucional, como el entonces delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo. Su opinión sobre la sentencia ha generado gran controversia entre el separatismo. «Trapero obedeció a Dios y al diablo y le han dado la razón», ha dicho esta semana en una entrevista, «ha desafiado las leyes de la gravedad». «Es muy astuto», ha añadido.
Las palabras de Millo no han gustado nada a un independentismo que ha recibido la sentencia como un refuerzo a sus tesis de que el referéndum del 1-O no fue ilegal y que la reacción del Estado ante su celebración fue desproporcionada. Un separatismo que, además, considera ilógico que Trapero haya sido absuelto y su jefe político, el entonces conseller Joaquim Forn, tenga que cumplir una condena impuesta por el Tribunal Supremo de más de 10 años de prisión por los mismos hechos.
De los ‘indignados’ a Trapero
La misma pregunta, sin embargo, se hacen entre los constitucionalistas. Es el caso de la catedrática de Derecho Constitucional Teresa Freixes, quien se remonta a 2011 y a los indignados del 15M para exponer las contradicciones de la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el papel de Trapero en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. En aquel año, un grupo de indignados rodeó el Parlament y obligó al entonces presidente, Artur Mas, a abandonar el edificio en helicóptero. La Generalitat llevó el asalto a los tribunales. La Audiencia Nacional absolvió a los acusados, que posteriormente fueron condenados por el Tribunal Supremo. Una condena refrendada estos días por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Basándose en estos hechos, Freixes considera que es «importante» que la Fiscalía, única acusación en el caso de Trapero, recurra la sentencia de la Audiencia Nacional porque «existe cierta contradicción» entre lo dictado por esta instancia judicial y la condena emitida por el Supremo contra el ex conseller Forn. «No parece que nuestro sistema jurídico deba consolidar tales incongruencias», señala Freixes en un mensaje publicado en Facebook, «máxime cuando vemos que la sentencia del Supremo (la denominada sentencia del procés), que ahora está esperando la resolución del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, puede llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos». Un tribunal que, en su opinión, «podría encontrarse con que España, como estado demandado, ha atribuido firmeza a dos sentencias que, si no contradictorias, muestran unas incongruencias que no favorecerían en nada la imagen de fiabilidad jurídica de nuestro Estado de Derecho».
La importancia del recurso
El recurso de la Fiscalía a la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el major Trapero es también imprescindible para analistas como Arcadi Espada, quien en un artículo publicado en El Mundo subraya que «los hechos que llevaron a la cárcel a un grupo de personas en el Supremo absuelven hoy a otras en la Audiencia». Y añade: «De ahí la importancia de que esta sentencia pueda llegar recurrida al Supremo y se instaure la paz civil que garantiza que la Justicia no opina, sino aplica».
Y es que la sentencia de la Audiencia Nacional tira por tierra cuestiones que en el Supremo sí quedaron probadas, como que los Mossos no hicieron lo suficiente para evitar la celebración del referéndum ilegal. Esto es considerado por dos de los tres magistrados que firman la sentencia, según señala Espada en su artículo, como algo adecuado pues, según figura en la misma, «el uso de la fuerza contra ciudadanos indefensos, contra personas mayores, contra familias enteras, no podía ser, en esta situación, la solución para imponer el acatamiento al orden jurídico». La Audiencia, además, da por bueno que Trapero sí tenía un plan para detener al ex presidente Carles Puigdemont. Algo poco creíble considerando lo sencillo que fue para él huir de España y declarar después que había tenido ayuda de algunos mossos para esa fuga.
El voto particular de la magistrada Espejel
Así las cosas, habrá que ver si la Fiscalía decide recurrir la decisión de la Audiencia Nacional. Algo que, volviendo a Freixes, bien podría apoyar en el hecho de que uno de los tres magistrados autores de la sentencia ha emitido un voto particular contra la misma. La autora es la magistrada Concepción Espejel, presidenta de la Sala Segunda de la Audiencia Nacional, quien considera que Trapero, entre otras cuestiones, sí conocía el objetivo del ex conseller Forn para que el referéndum se celebrara «a toda costa» y que puso los medios para que así sucediera. En su voto particular, recogido por La Vanguardia, Espejel asegura que en las jornadas previas al 1 de octubre de 2017 Trapero «orientó la actividad de los Mossos d’Esquadra con el propósito, sostenido en el tiempo, de que ejecutaran el mínimo imprescindible en relación a los requerimientos específicos que se les efectuaran en cada momento». En su opinión, Trapero ralentizó intencionadamente la aplicación de las órdenes que recibía por parte del Fiscal y de la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que intentaban forzar al Govern a cumplir sus órdenes de no celebrar la consulta ilegal.
