Esta mañana, la entrevista de Laura Rosel a Oriol Mitjà en Catalunya Ràdio se prometía tensa. El motivo es que, la semana pasada, la presentadora y directora de El matí de Catalunya Ràdio cargó duramente contra el médico infectólogo por las que críticas que éste había vertido sobre la Generalitat. En concreto, Mitjà había señalado que a la consejera de Salud, Alba Vergés, le faltaban «conocimientos» en salud pública y «humildad para escuchar a los expertos que saben». Asimismo, denunció que «centenares de muertos se podían haber evitado» si no hubiera sido por la políticas gubernamentales, que calificó de «endebles».
Rosel no tardó en salir en defensa de la Generalitat arremetiendo contra Mijà. Aseguró en antena que las críticas del infectólogo al Govern suponían una «acusación muy grave» que «no ayudan en nada, ni al estado de ánimo, ni a la confianza en el sistema». Y citando al expresidente Jordi Pujol, remachó: «Ahora esto no tocaba».
La oferta de Torra y la oposición de Aragonès
A pesar de dicha reprimenda, el encuentro entre Rosel y Mitjà ha transcurrido con total normalidad y la tensión ha brillado por su ausencia. Lo que no ha impedido que la entrevista haya deparado titulares sorprendentes. Así, Mitjà ha afirmado que el expresidente de la Generalitat, Quim Torra, le ofreció en su momento entrar en el Govern «con rango de conseller» con capacidad ejecutivas y competencias en Salud pero que ERC se mostró en desacuerdo con su nombramiento.
Mitjà ha explicado que exigió el máximo apoyo «para poder actuar de forma neutra», así como tener «exigencias limitadas en el tiempo». Sin embargo, cuando contactó con el vicepresidente, Pere Aragonés, éste «declinó» su voluntad de ayudar, puntualizando que las competencias ya las ostentaba el Departament de Salut. Dada esta situación, el epidemiólogo acabó rechazando la oferta de Torra porque no se daban las «condiciones mínimas» de «neutralidad política».
En contra de las «estrategias débiles» del Govern
Por otra parte, Mitjà ha vuelto a criticar la gestión del Govern ante la pandemia, señalando que se están aplicando «estrategias demasiado débiles, diagnosticando solo casos ya activos». Y es que, para Mitjà no basta con hacer «screenings y confinamientos a domicilio», sino que deben llevarse a cabo «estrategias más intensas».
Por último, durante la despedida, Rosel y Mitjà han hecho alusiones a la polémica desatada entre ambos, aunque en un registro cordial. Mitjà ha defendido la necesidad de ser transparentes y de que los medios cuestionen al poder, mientras que Rosel ha suscrito sus palabras pero reivindicando el derecho a «hacer críticas» a quién sea, «siempre desde el respeto».