Rememoramos el golpe separatista de hace tres años. Los antecedentes del desafío de los independentistas catalanes a España son amplios, naturalmente. Puede ponerse el énfasis en la historia moderna (Guerra de Sucesión, por los separatistas llamada de secesión), en la contemporánea (franquismo), en la inmediata (crisis económica, recortes, corrupción, competencia entre CiU y ERC, sentencia del Tribunal Constitucional sobre el nuevo Estatuto de Autonomía de 2006…). Puede ponerse el énfasis en el presente (Espanya ens roba) y en el futuro (independientes, con lo que España dejará de robarnos…seremos riiiicos).
Los hechos son que la rebelión de los separatistas catalanes se ha producido muy recientemente, en particular a raíz del llamado Pacto del Tinell entre PSC, ERC e Iniciativa per Catalunya (14 de diciembre 2003) y su gobierno tripartito (entre el 20 de diciembre 2003 y el 26 de diciembre de 2010) que propició la reforma del Estatuto.
En varias de las siguientes Secciones de este libro se analizan aspectos políticos, económicos, sociales, electorales, partidistas, lingüísticos, de comunicación… que intervinieron en el fulgurante auge del separatismo. De momento, fijémonos en la breve cronología de la Tabla 2.1.
L’hem feta ben grossa!, diríamos en catalán. Efectivamente, la rebelión del otoño 2017 en el que se concentraron y desataron todas las energías generadas durante lustros por un gobierno regional contra un Estado español desaparecido, supuso una terrible fractura para la sociedad catalana. Acaso fue un golpe de Estado postmoderno, por las técnicas aplicadas (propaganda masiva, televisión como convocante, redes sociales, tecnología) y por el mixto de performances de masas y de violencia jurídica y física.
«El Tribunal Supremo apreció ensoñación en los enjuiciados, de modo que en su sentencia rebajó un grado el delito principal de los golpistas, que dejó de ser rebelión para ser sedición.»
Junto a los amplios análisis y la ancha bibliografía que el ‘procés’ separatista ya ha producido -a los que este libro se referirá a menudo- y a las muchas investigaciones que se producirán, para la exposición, cronología y concatenación de los acontecimientos podemos remitirnos con bien: 1. al auto de procesamiento de los principales líderes del ‘Procés’; y 2. a la sentencia del juicio del ‘Procés’. (Tribunal Supremo. Sala de lo Penal (2018), Causa especial núm.: 20907/2017. Auto de procesamiento; y Tribunal Supremo. Sala de lo Penal (2019), Sentencia núm. 459/2019 de la causa especial núm. 3/20907/2017, seguida por los delitos de rebelión, sedición, malversación, desobediencia y pertenencia a organización criminal. Sobre los antecedentes y la implementación del golpe separatista, además del auto de procesamiento y de la sentencia, véase Enric Millo (2020), El derecho a saber la verdad. El testimonio del Delegado del Gobierno en la Cataluña del 155, Barcelona, Península.) El Tribunal Supremo apreció ensoñación en los enjuiciados, de modo que en su sentencia rebajó un grado el delito principal de los golpistas, que dejó de ser rebelión para ser sedición.
Las consecuencias de la intentona separatista del otoño 2017 han sido amplias:
A. Efectos políticos
- Caos político, institucional y partidista en Cataluña.
- El gobierno de España tuvo que despertar de su larga ensoñación, al menos por un momento.
B. Efectos sociales
- Fractura social agudizada.
- Respuesta de la mayoría de los catalanes contra el golpe, contra la Constitución, contra la quiebra de España, por el respeto a la mayoría de los catalanes constitucionalistas, por la neutralidad de la Generalitat de Catalunya y un gobierno regional para todos los catalanes.
- Luto por parte de los separatistas ante la pérdida de esta batalla clave intentando mantener las posiciones en base a la victimización de los políticos golpistas presos.
C. Efectos económicos
- Auge de la prima de riesgo de la deuda española y del bono catalán, y caída de las cotizaciones bursátiles española, en especial de los bancos hasta entonces residentes en Cataluña. (banco de España (2017), «El impacto económico de la incertidumbre derivada de las tensiones políticas en Cataluña», Informe de estabilidad financiera, n. 11/2017, pp. 32-34.)
- Caída del comercio minorista en Cataluña del 30 % en octubre 2017. (EFE (2017), «El pequeño comercio alerta de una caída de las ventas del 30% en octubre en Cataluña», El País, 11 noviembre.
- Caída de los depósitos bancarios en Cataluña del 20 % en el IV trimestre 2017. (Íñigo de Barrón (2018), ‘La banca en Cataluña perdió 31.400 millones en depósitos al final de año por el ‘procés’’, (El País, 20 marzo).
- Caída de la demanda de energía eléctrica en Cataluña del -0,2 % en octubre 2017 (-0,8 % en la industria, – 0,9 % en el sector doméstico, -3,6 % en el resto). (Foment del Treball Nacional (2017), ‘Repercusions de l’actualitat política catalana sobre la situació econòmica‘).
- Caída de la matriculación de vehículos (-8,6 % industriales, -0,4 % en turismos).
- Caída del PIB de Cataluña en 2017 entre un -0,3 y -1,5 %; caída acumulada hasta fines de 2019 de -2,5 %; y caída del PIB de España entre -0,4 % y -1,2 %. (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (2017), Informe sobre las líneas fundamentales de presupuestos de 2018 de la Comunidad Autónoma de Cataluña, 2 noviembre; y BBVA Research (2017), “El crecimiento se consolida en 2018, aunque condicionado por el entorno político en Cataluña Observatorio Regional 4T17, 23 noviembre).
Otros aspectos: caída de la bolsa de valores (índice general, capitalización de las empresas catalanas), auge de la actividad en otras regiones (Madrid, Aragón y Valencia), caída de los pagos con tarjeta, caída de las pernoctaciones en hoteles (turismo nacional y extranjero, y visitas de negocio), subida de la prima de riesgo del Estado español, fuga de capitales y de empresas y caída de la inversión extranjera, caída de la compra-venta de inmuebles, paros obligados en el transporte, en las cadenas de suministro y en las de montaje.
«Pero renunciar a la fortísima inversión que los independentistas han hecho se antoja difícil y largo.»
Tras el otoño 2017, la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española -esto es, la administración de la Generalitat por el Gobierno central- pacificó Cataluña. También entonces pudo empezar el duelo de los separatistas, aunque pronto lo interrumpieron con la liturgia del lazo amarillo en la solapa de los más vehementes, los churros amarillos en todos los lugares y las cruces amarillas en plazas y playas. Pero renunciar a la fortísima inversión que los independentistas han hecho se antoja difícil y largo.
En este contexto, 2018 puede considerarse relativamente tranquilo:
- Por la administración de la Generalitat por el gobierno central, en aplicación del artículo 155 desde el 27 de octubre de 2017 hasta el 2 de junio de 2018.
- Por el luto de los separatistas tras el desbaratamiento de su golpe.
Por la demora en constituirse un gobierno separatista después de que el partido Ciutadans-Ciudadanos ganara las elecciones catalanas del 21D 2017. La temporada 2019-2020 empezó con un desfile del 11S bajo mínimos, y con las vistas del juicio a los cabecillas del procés independentista.
Emitida el 14 de octubre 2019, la sentencia del juicio animó el cotarro. Ante la total inacción de los Mossos de Esquadra, la Guàrdia Urbana de Barcelona y los bomberos, los Comités de Defensa de la República (sic, CDR) compitieron con Tsunami Democràtic (sic) en la quema de Barcelona, al modo de la anarquista Semana Trágica de 1909. En estos actos se evidenció un nivel extraordinario y muy estricto de organización y de violencia. También fueron propagados nuevos objetivos, como Ofec (ahogo) econòmic de l’Estat, y nuevas consignas, como Independència o barbàrie.
Gracias a la colaboración de los Mossos y a la impunidad absoluta de los vándalos, en la semana del 20 al 27 de octubre 2019, con el pretexto de la sentencia del procés, fue el caos en varias zonas de Barcelona. Los disturbios dejaron unos 600 heridos, 194 detenidos –154 por los Mossos d’Esquadra, 32 por la Policía Nacional y 8 por la Guardia Urbana de Barcelona– y 28 encarcelados, así como destrozos estimados en 2,5 millones de euros.
«En estos actos se evidenció un nivel extraordinario y muy estricto de organización y de violencia.»
Por su parte, los catalanes constitucionalistas respondieron con una manifestación importante el 27 de octubre 2019. En ella el lema más coreado fue Barcelona no es crema! De nuevo, el desgarro soportado por el Estado de derecho había sido notable.
El desafío separatista tiene dos peculiaridades y dos consecuencias (ver la Figura 2.1):
1) es fruto de las acciones de un gobierno regional ante;
2) la pasividad del gobierno de España;
3) el coste político, social y económico de la confrontación independentista se multiplicó debido a la dejadez del Estado español; y
4) todo ello conduce a la descomposición y decadencia de Cataluña y a una crisis constitucional de España.
Conclusiones
- El putsch del otoño 2017 marcó el cénit del desafío independentista.
- La impunidad de los rebeldes y de los violentos es el peor enemigo del Estado de derecho y de la democracia.
EN EL 2019 HUBO CUATRO ELECCIONES (NO ENCUESTAS ) EN CATALUÑA Y , EN TODAS, EL SEPARATISMO PERDIO MÁS DE 300 MIL VOTOS.LE PREGUNTE A PERE ARAGONES EN UNA «HOMILIA» EN UNA PLAZA DE BARCELONA SI HABRIAN TENIDO NARICES DE HACER UN 1-O EN RUSIA , USA O CHINA.NO HUBO RESPUESTA.
NO TENEIS RAZON, NI LEGITIMIDAD NI APOYO DE NADIE