El caso de Tamara Carrasco —mujer de 37 años que los medios se empeñan en llamar «la joven Tamara Carrasco»— ha llegado a su fin, al cabo de dos años y medio. El juzgado penal nº 25 de Barcelona la ha absuelto del delito de desórdenes públicos.
El director de La Vanguardia lo resume en Carrasco como símbolo y concluye que «una mala praxis policial puede provocar el efecto contrario del que se bus3caba».
Cuando se empieza a hablar de terrorismo y se acaba en nada, no resulta extraño que en medios independentistas se vea la absolución como una victoria.
Hubo un audio que circuló y que sirvió para incriminarla. Según cuenta el canal de noticias 3/24, «no ha quedado acreditado que la acusada enviara el audio a nadie más aparte de su grupo de amigos ni que lo difundiera a través de la aplicación WhatsApp. Tampoco se ha probado que ejerza funciones de coordinación de los Comitès de Defensa de la República, los CDR.»
En ese audio se la oye decir frases como las siguientes:
«Mañana habrá unos cortes que ahora os explico», «el martes habrá como una especie de sabotajes», «a finales de semana o principios de la que viene sí que sería ya la huelga indefinida (…) un paro de país indefinido.»
«La consigna es entre hoy y mañana hervir la olla para que haya mucho movimiento en la calle para poder justificar después la huelga general.»
«Acciones un poco más heavy respartidas por la ciudad [Barcelona] y otras más festivas, para la gente mayor, rollo ANC, con los niños, y la intención es que haya distracción policial, que tengamos a todos los Mossos y a la Policía Nacional repartidos por toda Cataluña y que no puedan.»
«Los cortes de autopista: está todo preparado (…) pondrán aceite en la autopista, encima del aceite balas de paja y le meterán fuego, pero esto cuando llegue la policía, para que la gente pueda irse (…) volverán a hacer el corte en otro punto y así estarán todo el día, esto sólo será mañana.»
«El martes (…) es más en plan sabotaje (…) las vías del tren (…) y algo de fibra óptica (…) sin violencia y sin que nos pillen.»
«Muchos dicen de meternos en el aeropuerto, pero (…) es muy jodido porque la Guardia Civil te puede disparar.»
«Estamos pensando en Mercabarna y en el puerto (…) si podemos parar el puerto sería brutal (…) dejamos sin avituallamiento las Islas Baleares, los chinos se cabrearían…»
«Mercabarna: aquí jodemos a todo el mundo.»
Da la impresion de saber de lo que habla, aunque no haya hecho más que recoger información en determinado nivel de la organización para difundirla en un nivel inferior. Habla claramente de planes para cometer sabotajes. Se ve que hay unos grupos organizados y una jerarquía entre ellos —no obstante alguna disfunción: los de «nororiental van a su puta bola»—. Hay planificación, cálculo de daños y ningún escrúpulo en «joder a todo el mundo».
Más allá del papel jugado personalmente por Tamara Carrasco, más allá de lo que haya podido acreditarse ante el tribunal, todo esto corresponde a hechos vividos en la primavera de 2018 y nadie ha afirmado que ese audio sea falso o un juego de rol. Si, con el código en la mano, no se puede hablar de conspiración para delinquir, o tenemos un problema de percepción, o un problema con el código.