El próximo 9 de octubre comienza una huelga indefinida del personal de transporte sanitario subcontratado a empresas privadas vía concurso por parte del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) y CatSalut. Ello implica a 5.500 trabajadores/as, un 90% de la plantilla de las ambulancias que cubren servicios urgentes por toda Cataluña. Un restante 10% sí pertenece al SEM y disfruta de mejores condiciones salariales (menos horas y más sueldo), según nos confirma Ramon Vilella, responsable del sector de transporte sanitario FeSP-UGT de Cataluña.
“Llevamos la típica ambulancia amarilla que identifica al SEM y vamos vestidos igual que ellos, pero no contamos con el mismo material de protección, ni cobramos lo mismo. El convenio de un trabajador público del SEM contempla 1.624 horas anuales; mientras que el de uno privado añade 200 horas más (1.800) y aun así, percibe un sueldo inferior. El Govern hace que haya trabajadores de primera y de segunda categoría que prestan el mismo servicio», critica indignado.
Condiciones «precarias» desde hace cinco años
La organización denuncia que los/as trabajadores/as del servicio de transporte sanitario han sufrido cinco años de recortes, con una pérdida acumulada del 14% del sueldo que no ha sido devuelta a los usuarios. El último concurso se adjudicó en el año 2015, y se partía de un presupuesto inferior al anterior. «CatSalut le encomendó este concurso al SEM, a partir de un modelo de concertación establecido por el Govern y amparado en la crisis económica de tres años antes«, explica. Según Vilella, a la Generalitat le interesa tener este servicio subcontratado: representa menos responsabilidades en términos de relaciones laborales ya que no es lo mismo gestionar una plantilla de 800 trabajadores que una de 6.300 (incluidos los 5.500 concertados a empresas privadas).
La pandemia acelera las desigualdades
El modelo de subcontratación se hace para abaratar costes ya que cada empresa destina al aprovisionamiento de EPIS el importe que considera conveniente, en opinión del portavoz de FeSP-UGT de Cataluña. Por lo tanto, los profesionales públicos han tenido acceso a unas medidas y protocolos de protección superiores a los que provienen del sector privado, donde ha primado un interés «claramente mercantilista» que ha penalizado las condiciones salariales, así como la seguridad y la salud del personal.
UGT de Catalunya también critica el menosprecio y la indiferencia del CatSalut y el SEM al no presentarse a las dos reuniones telemáticas, la última el pasado lunes, del Tribunal Laboral de Catalunya en relación a la convocatoria de huelga indefinida del transporte sanitario convocada a partir del próximo viernes. «Denunciamos el menosprecio de las administraciones que deben ser garantes de los derechos sanitarios de la ciudadanía, y que permiten que se prolonguen las diferencias entre ambas plantillas», asegura el portavoz de FeSP-UGT de Cataluña. También están pendientes de una reunión con el Departament de Treball, que citaría a ambas partes para pactar un servicio mínimo y una solución que desconvoque la huelga. «Hasta ahora nadie se ha puesto en contacto con nosotros. Tampoco nos han dado respuesta a nuestra propuesta de servicios mínimos. Hemos planteado prestar un 75% del servicio de transporte sanitario urgente a todas las poblaciones catalanas, además de garantizar el transporte sanitario no urgente que corresponde a visitas médicas previstas (diálisis, rehabilitación, quimioterapia, etc).
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