La historia reciente del separatismo catalán está llena de fechas simbólicas. Las relacionadas con el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 son las más señaladas. Sin embargo, si hay una data que cuente con especial importancia para los más radicales del movimiento independentista esa es la del 14 de octubre de 2019, jornada en la que el Tribunal Supremo dio a conocer la sentencia que con la que condenaba a elevadas penas de prisión a buena parte de los líderes separatistas. A partir de aquel lunes y durante toda la semana Barcelona se convirtió en escenario de graves altercados, dirigidos por la organización anónima Tsunami Democràtic y ejecutados fundamentalmente por grupos vinculados a los llamados Comités de Defensa de la República (CDR).
Desde entonces, han sido varias las organizaciones anónimas que han intentando tomar el relevo a Tsunami. Sin embargo, la única que permanece activa es la de los CDR, aunque con acciones de poco calado dada, sobre todo, la presión policial y judicial contra los mismos. Presión que, además, no ha sido atenuada por ninguna entidad de las que habitualmente se hace cargo de, por ejemplo, las fianzas que deben depositar los líderes del procés en los numerosos procedimientos judiciales en los que se hayan envueltos. Para estos casos ha prometido el nuevo JxCat de Carles Puigdemont un «fondo de protección para defensores de la república«.
Los QR del Tsunami
Tsunami Democràtic surgió semanas antes de la publicación de la sentencia del referéndum ilegal del 1-O. Llamó especialmente la atención por cuestiones como la imagen con la que intentaba atraer la atención y, sobre todo, el sistema de códigos QR necesarios para acceder a sus comunicados y convocatorias. Algo que, por un lado, permitía a la organización saber realmente con cuánta gente contaban y, por otro, impedía la participación en sus movilizaciones de personas no vinculadas a movimientos separatistas.
Ya en diciembre, la organización, de la que nunca se ha logrado saber quiénes la dirigían, intentó doblegar a la dirección del FC Barcelona para que permitiera que los radicales tomaran el Camp Nou durante la celebración del Clásico contra el Real Madrid. Josep Maria Bartomeu no accedió y, a partir de entonces, pasó a formar parte del amplio catálogo de adversarios del separatismo. El club, no obstante, sí les permitió entrar al estadio con globos y plásticos de colores para formar el mensaje «sit and talk«, dirigido al Gobierno central.
A partir de entonces, Tsunami Democràtic fue perdiendo protagonismo por voluntad propia y solo ha dado algunas señales de vida en situaciones muy concretas, como cuando fueron acusados de no apoyar a los separatistas que estaban siendo procesados judicialmente tras participar en las protestas organizadas por esta entidad anónima. Su último mensaje en Twitter es del 14 de enero de este año y en el mismo anunciaba «apoyo económico y técnico» para estos procesados, a los que ofrecía ponerse en contacto a través de una dirección de mail.
Poco antes de la desaparición de Tsunami Democràtic y, ante la falta de actividad de la organización que ya criticaban los separatistas, surge otra entidad, Lliris de Foc, envuelta también en el anonimato. Mucho más agresivos en sus mensajes, lanzaron varias convocatorias vía redes sociales a las que después no se presentaron. Algunos llegaron a asegurar que se trataba de una organización falsa formada por constitucionalistas con ganas de tomar el pelo a los independentistas.
De Blanc Bloc a Acabem la Partida
El penúltimo grupo surgido de la nada y con ganas de declarar unilateral y violentamente la independencia responde al nombre de Blanc Bloc. Se presentaron en redes sociales a finales de agosto como «herederos de Tsunami Democràtic» y asegurando haber tomado el modelo de los Tute Bianche italianos. Anunciaron que rodearían el Parlament el 11 de septiembre y que harían efectiva la declaración unilateral de independencia de 8 segundos de Carles Puigdemont de 2017. Nada se volvió a saber de ellos hasta el pasado lunes, con motivo de la sentencia firme de inhabilitación de Quim Torra.
Blanc Bloc actúa ahora bajo el nombre de La Partida Final o Acabem la Partida. En su canal de Telegram, ha hecho varias convocatorias en los últimos días, como la celebrada el sábado en Barcelona, donde pasearon una guillotina fabricada con cartón y rodeada de cabezas de cerdo sangrientas. Cabezas de cerdo como las que lanzaron en la noche del lunes anterior a los Mossos durante los altercados que protagonizaron en la capital catalana con la quema de algunos contenedores. Pidieron a los radicales reunirse en Urquinaona para volver a ocupar la plaza, como ya sucedió en el otoño del año pasado pero no lograron su objetivo.
Ahora, la misma organización ha llamado a los separatistas a manifestarse el próximo viernes contra la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del monarca Felipe VI a la ciudad con motivo de una feria profesional. Una convocatoria que coincide con la realizada por los CDR, aunque ninguna de las dos concreta ni hora ni lugar. Así las cosas, el viernes puede ser la jornada en la que unos y otros vuelvan a tomar las calles y el protagonismo o, como viene siendo habitual, sean los autores de pequeños altercados sin transcendencia, más allá de las molestias para los vecinos y del coste en contenedores incendiados para el Consistorio barcelonés.