El separatismo catalán pensaba convertir la jornada del 1 de octubre en un día de exaltación de la autodeterminación, en recuerdo del referéndum ilegal celebrado hace tres años. Una consulta que ha llevado a prisión a líderes independentistas como Oriol Junqueras o Carme Forcadell y que ha hecho que otros como Carles Puigdemont permanezcan huidos de la Justicia en Bruselas o, como dicen, «en el exilio» por culpa de un «Estado represor».
Sin embargo, el 1 de octubre de 2020 no tendrá precisamente sabor separatista sino madrileño. El rechazo de la presidenta Isabel Díaz Ayuso a la imposición del Gobierno de confinar Madrid por culpa del COVID-19 ha sido presentado como una rebelión y, más allá de lo que pueda significar para los madrileños, la jornada se convertirá en un jarro de agua fría para los separatistas que verán cómo es una dirigente del PP quien logra desplazar la atención de los medios, dejando la onomástica de la ilegalidad en un segundo plano.
Este jarro de agua fría ha comenzado a notarse este miércoles en redes sociales como Twitter, donde muchos han sido los que han equiparado el gesto de Ayuso a la consulta ilegal. Son los mismos que han reprochado al PP su actitud frente al problema creado en España por los independentistas y los que se preguntan si el Gobierno central actuará del mismo modo en Madrid que en Cataluña, para, con la Constitución en la mano, obligar a su presidenta a respetar las órdenes del Estado bajo la amenaza de la aplicación del controvertido artículo 155. No hace falta decir que buena parte de estos perfiles se presentan como militantes o simpatizantes de formaciones de izquierdas, PSOE incluido. Algunos de ellos han llegado a exigir la detención de la líder del PP, además de su inhabilitación, estableciendo un símil entre Díaz Ayuso y los dirigentes del procés.
El deseo de Torra
Lo cierto es que los separatistas llevan días pidiendo que el confinamiento de Madrid. El ya ex presidente Quim Torra recomendó a los catalanes, pocas jornadas antes de su inhabilitación, no viajar a la capital del país; exigió a Ayuso impedir que los madrileños salieran de la comunidad y, a pesar de carecer de competencias para ello, anunció que Cataluña implantaría sistemas de control de pasajeros en los aeropuertos y estaciones del AVE. Nada de ello ha sucedido y Ayuso ha sorprendido a todos a la hora de negarse a acatar el confinamiento ordenado por el socialista Salvador Illa. Una medida extrema que muchos achacan a la relación que sostienen el PSOE y ERC y de la cual depende en buena parte la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado.
Sea como sea, lo cierto es que la presidenta de Madrid se ha convertido en protagonista de las redes y, seguramente, lo sea a lo largo de todo este jueves, empañando cualquier intento del aparato de propaganda separatista de convertir, una vez más, esta jornada en un día de caos en Cataluña.