Este mes de septiembre está siendo crítico para la comarca del Penedès. En cuestión de pocas semanas, los medios de comunicación se han hecho eco de los próximos cierres de las plantas de Saint Gobain, en L’Arboç; Robert Bosch en Castellet i la Gornal y Alfisa en Santa Margarida i els Monjos. Esta desindustrialización ya había comenzado en verano, con los cierres de las plantas de Calsonic y Magneti Marelli, proveedoras de Nissan. Grosso modo, se calcula que más de 500 personas se quedarían en paro, lo que supone una afectación importantísima en la zona, tal y como asegura Francesc Rica, secretario general de UGT en el Penedès. «Supone un volumen muy importante en pérdidas de puestos de trabajo, y aún no hemos contabilizado los efectos del Covid-19. Este todavía no ha aflorado en términos de afectación laboral».
A todo ello se suman los conflictos que afectan últimamente a los sectores del vino y el cava, debido a los bajos precios que las grandes bodegas quieren pagar por la materia prima principal: la uva.
Concentración «masiva» el 3 de octubre
Con el lema Queremos un futuro para el Penedès, CCOO y UGT han convocado una concentración el próximo 3 de octubre ante la sala Alguer, antigua nave industrial reconvertida en espacio cultural, y situada en la calle del mismo nombre de Santa Margarida i els Monjos, a partir de las 11 de la mañana. Las restricciones por la pandemia han impedido la ruta inicial, cuyo origen era el polígono Casanova hasta transcurrir por la N-340, finalizando en la sala Alguer. Sea como sea, se espera que la movilización sea «masiva» para demostrar que todo el Penedès «está dispuesto a luchar para defender un tejido industrial que genere puestos de trabajo de calidad». Los sindicatos temen que estos cierres sean el principio de un proceso en el que los despidos estén a la orden del día y aumenten las desigualdades sociales en todo el territorio.
De cara a la concentración del día 3, los sindicatos han pedido el apoyo y la presencia de 78 ayuntamientos, así como los consejos comarcales del Alt Penedès, la Anoia y el Garraf. También confían en la participación de partidos políticos y entidades sociales de las tres comarcas, tal y como han asegurado Josep Maria Romero y Francesc Rica, secretarios generales de CCOO y UGT en el Penedès, durante la rueda de prensa celebrada ante medios locales. «Ahora debemos luchar para revertir las situaciones de cierres que tenemos encima, buscar un compromiso con la ciudadanía, exigir a las administraciones que asuman responsabilidades y poner en valor nuestro modelo social por el Penedès que pasa por anticiparnos a la transición digital y ecológica como criterios orientadores, con trabajo digno, industria y una economía productiva y sostenible», han asegurado.
«No podemos esperar a que haya bonanza económica. Simplemente, pedimos a las administraciones que aceleren un proceso que, en condiciones normales, se produciría en el transcurso del tiempo».
Francesc Rica, secretario general de UGT en el Penedès.
Suelo industrial «disponible y a buen precio», aunque muy fragmentado
«Estamos muy preocupados y queremos llamar la atención de las diferentes administraciones para que se pongan a trabajar -ya deberían haberlo hecho- y atraigan alguna inversión hacia el territorio, o hagan alguna acción para una comarca industrial como el Penedès«, ha explicado Rica. En el Alt Penedès incluso buena parte del sector primario es industria, sobre todo agroalimentaria, muy potente en la zona. «Es una comarca acostumbrada a exportar a otros países del mundo y muy activa. Este valor añadido no lo deberíamos perder», ha insistido, detallando algunos de los puntos fuertes de la comarca: atractiva en precio del suelo, próxima a Barcelona y con mano de obra cualificada. Aun así, ha recalcado: «No podemos esperar a que haya bonanza económica. Simplemente, pedimos a las administraciones que aceleren un proceso que, en condiciones normales, se produciría en el transcurso del tiempo».
De todas maneras, insiste, dirigiéndose a las administraciones: «Desde hace tiempo, reclamamos la necesidad de invertir y mejorar la calidad del suelo que tenemos, no adaptado a las demandas de hoy en día. Contamos con muchas parcelas pequeñas, muy fragmentadas, adecuadas para pymes y poco más. Por lo tanto, se debería reordenar este suelo industrial con la intención de captar la presencia de grandes industrias. «Si al final tenemos la mala suerte de que Robert Bosch cierra, este espacio sí podría atraer inversiones de empresas potentes que generen mucha ocupación local».