“Creemos que no se puede ofrecer el mismo servicio de autobús que el año pasado, si pensamos en la seguridad de trabajadores y ciudadanos. Algo está fallando». Quien habla así es Román Montorio, delegado del comité de empresa de UGT en Transports de Barcelona (TB), que gestiona los 900 autobuses que circulan por las calles de Barcelona, a pesar de contar con una flota de 1.157. «La empresa nos dice que ese centenar de vehículos se halla en mantenimiento o no está operativo. Pero nos parece muy raro: no puedes tener un 10% de tu flota parado, sobre todo con la que está cayendo«, critica.
Un centenar de despidos a partir de octubre
Durante los meses de verano, TB contrata a un centenar de conductores que cubren el servicio de autobús, sustituyendo a los chóferes habituales. El próximo mes de octubre les vence el contrato y no se les va a renovar, a pesar de la crisis sanitaria. La decisión no gusta al comité de empresa convencido de que los ciudadanos «se deben enterar de lo que está pasando». «Con la renovación de estos contratos se evitaría la reducción del servicio de autobús del fin de semana y se podría reforzar el que se efectúa en días laborables. De esta manera se podría impedir la acumulación excesiva de pasaje dentro de los vehículos y también disminuiría el riesgo de contagio de COVID19″.
Frecuencia de paso superior a los 40 minutos
En septiembre del año pasado, circulaban 903 autobuses por la Ciudad Condal, sin embargo, este año por las mismas fechas solo transitan 900. Montorio no entiende por qué se ha reforzado el servicio de metro, pero no el de autobús: por el contrario, se ha reducido con tres autobuses menos. «La mayoría de las veces, el autobús llega donde no lo hace el metro y es el medio de transporte habitual de algunos usuarios, sobre todo de edad avanzada», lamenta.
El portavoz de UGT en el comité de empresa se queja de que la frecuencia de paso (entre un autobús y el otro) de algunas líneas céntricas (por ejemplo las que transitan por la Diagonal), ronda entre los 40 y los 50 minutos en fin de semana. Por el contrario, los buses nocturnos tienen una frecuencia de 20 minutos. «Creemos que hay más pasajeros durante el fin de semana que a las 4 de la mañana. Se debería aumentar esta frecuencia de paso porque tenemos el material y el personal para ello. De momento, queremos que los ciudadanos sepan qué pasa y no se queden con datos incorrectos, aunque estamos dispuestos a tomar las medidas necesarias», explica sobre qué piensan hacer si la empresa no revierte la situación.