Este jueves 16 de septiembre el Banco de España ha publicado su informe trimestral sobre el comportamiento previsible de la economía española en el período 2020-2022. Creo que el Banco de España es el observador económico más cualificado del país y siempre merece la pena detenerse en sus análisis.
Las previsiones del Banco de España son más pesimistas que las indicadas en su anterior informe de 8 de junio. Entonces se preveía una recuperación temprana. Sin embargo, a partir de primeros de agosto se registra una lamentable ralentización del crecimiento. Ello, unido a la preocupante proliferación de rebrotes, obliga a corregir a la baja el ritmo de esa recuperación. Será una recuperación lenta.
Se contemplan dos escenarios, dependiendo de la evolución de la pandemia. El escenario 1 (optimista) prevé rebrotes limitados, con una incidencia grave básicamente en el sector turístico (hoteles, restaurantes, bares, viajes) y de ocio. El escenario 2 (pesimista) piensa en rebrotes generalizados (aunque sin llegar al confinamiento total del Estado de Alarma), con incidencia negativa en otros sectores además del turismo y el ocio. En ambos casos, se asume que en el segundo semestre de 2021 habrá una vacuna o un remedio terapéutico. Nadie hace previsiones para el caso de que esto último no ocurra. Crucemos los dedos.
Por si sirve de consuelo, digamos que estos escenarios no contemplan los efectos positivos que se producirán por la aplicación del Fondo de Recuperación Europeo, que aportará a España 73.000 millones en subvenciones y 67.000 en préstamos. Aunque parezca mentira, el Gobierno todavía no se ha puesto las pilas en este tema. No se sabe a qué están esperando. Y Bruselas quiere algo concreto en octubre. En todo caso, la implementación de este Fondo será muy gradual y durará 5 ó 6 años.
Veamos cómo son las previsiones para el Escenario 1 (optimista).
Producto Interior Bruto
En 2020 el PIB caerá un 10,5%. Pasaremos de los 1,245 billones de 2019 a 1,114 billones en 2020. Es el batacazo más fuerte que ha sufrido la economía española en los últimos 80 años. Y es un batacazo casi seguro. A estas fechas ya casi nos lo hemos dado.
En 2021 comenzará la recuperación a buen ritmo, y el PIB crecerá un 7,3% hasta los 1,195 billones. Ojalá.
Así pues, no torciéndose nada, tendremos que esperar hasta 2022 para alcanzar un PIB casi igual que el de 2019.
Las previsiones de inflación (IPC) son de un -0,2% para 2020, un 1% para 2021 y un 1,2% para 2022. En 2019 la inflación fue el 0,8%. Esto alivia la presión sobre el gasto en pensiones y en personal.
Tasa de Paro (% de la población activa)
Al final de 2019 la tasa de paro, según la Encuesta de Población Activa, fue un 14,1% (media anual). En el escenario 1, la tasa de paro al final de 2020 será del 17,1%. Llegaremos así a los 3,75 millones de parados. Y creo que esta cifra se quedará corta pues ahora mismo tenemos 800.000 trabajadores en ERTEs.
Al final de 2021 la tasa de paro prevista será un 19,4%. Serán 450.000 parados más.
Al final de 2022 será un 18,2%. Mucho peor que en 2019.
No salimos del hoyo. El problema más grave de la economía española es nuestra incapacidad para incorporar al sistema esos millones de parados. ¿Podremos convivir permanentemente con 4 millones de parados?
Deuda Pública
Al final del 2019 la Deuda de las Administraciones Públicas españolas sumaba 1,19 billones (un 95,5% del PIB).
El Banco de España prevé que al final de 2020 la Deuda ascienda a 1,30 billones (el 117% del PIB). Serán 110.000 millones más. Y casi ya hemos alcanzado ese nivel pues a 31 de julio nuestra Deuda sumaba 1,29 billones. Son 100.000 millones de nuevo endeudamiento neto el realizado entre enero y julio de 2020. Los del Tesoro se lo han currado. Todo para pagar los mayores gastos producidos en sanidad, ERTES, autónomos, desempleo… en un entorno de brutal caída de los ingresos.
Al final de 2021, la Deuda sumará 1,38 billones (el 115% del PIB).
Al final de 2022 la Deuda sumará 1,43 billones (el 118% del PIB). Unos 30.000 euros por cada ciudadano. Es una cifra.
Estas cifras son espeluznantes. Para ver algo parecido habría que remontarse al año 1903. Menos mal que las emisiones, sobre todo las últimas, se están haciendo a tipos de interés muy bajos.
Déficit Público
Para 2020 el Banco de España prevé un déficit del 10,8% del PIB (120.000 millones de euros). Es una previsión optimista pues a final de junio de 2020 habíamos alcanzado ya un déficit del 6,12% del PIB (68.000 millones).
No hay previsiones de déficit para los años siguientes, aunque se prevén fuertes descensos. Votemos por un 7% de déficit en 2021, un 4% en 2022 y un 1% en 2023. En mi opinión, la seriedad del Gobierno en la lucha contra el déficit es la clave para que podamos sostener la Deuda Pública, es decir, para que nos sigan prestando y a bajo tipo de interés. Y para que fluya rápido el dinero del Fondo de Recuperación Europeo.
¿Y qué previsiones hay en el escenario 2 (pesimista)?
En el escenario 2 todo es peor. El PIB sube mucho menos, la recuperación es más lenta todavía, el empleo empeora, el déficit es mayor… Preferimos ahorrar al lector más cifras escalofriantes. Con lo dicho hasta aquí hay bastante para una reflexión. Agarrémonos al escenario 1. A lo mejor hay suerte.
¿Y en qué piensan nuestros dirigentes?
Y mientras el Banco de España nos hace estas desoladoras previsiones, el Sr. Sánchez está en conseguir su pequeñita geometría variable para sumar 20 diputados a sus 158, el Sr. Casado está soñando con unas elecciones próximas que supone le darán la mayoría y el Sr. Torra proyecta una Cataluña sin President, sumida en el caos y en guerra total con el Estado hasta la victoria final.
Todo sea por la salud y el bienestar de los ciudadanos.