La posible inhabilitación de Torra por parte del Tribunal Supremo sitúa al separatismo en una tesitura complicada. ¿Cuál será la estrategia a seguir? Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y la CUP mantuvieron contactos ayer en aras de solucionar el asunto y alcanzar un acuerdo. No en vano, el jueves, se celebrará la vista del presidente de la Generalitat ante el Alto Tribunal sobre la materia. Dada esta situación, tanto ERC como la CUP abogan por tener una fecha pactada de las futuras elecciones catalanas. Sin embargo, el hecho de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, nombrase a tres nuevos consejeros poco antes de la vista en el Supremo hace pensar que la situación puede demorarse.
Según la CUP, que ayer se reunieron tanto con JxCAT como con Esquerra, «hay voluntad de llegar a un acuerdo» entre las tres formaciones dada «la falta de proyecto gubernamental, el agotamiento de la legislatura y el escenario de inhabilitación» del president Torra. La formación anticapitalista mantendrá más contactos con dichos partidos a lo largo de esta semana.
La ‘Vía Venturós’
La propuesta lanzada por la CUP ante la inhabilitación ha venido en llamarse Vía Venturós. Ésta consistiría en que Torra ejerciese una «presidencia simbólica» pero sin ejercer las funciones administrativas, de la que se ocuparía el actual vicepresidente del Govern, Pere Aragonès (ERC). La CUP ha definido esta formula como un «mecanismo de confrontación cívica y democrática» contra el Estado.
De momento, desde Esquerra se han limitado a aseverar que estos supuestos son «un buen punto de partida». Sin embargo, la portavoz del partido, Marta Vilalta, animó a Torra a explicitar un acuerdo durante el debate de política general. «Encaramos el debate como una pieza más de este acuerdo al cual tenemos que llegar», señaló, al tiempo que remarcó la importancia de que «no sea el Tribunal Supremo el que marque los tempos». En todo caso, el acuerdo ha de pasar, en su opinión, por «más democracia y más derechos».
Junts descarta convocar elecciones antes de la inhabilitación
Por su parte, la vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi, ha descartado convocar elecciones antes de la decisión del Supremo «porque sería hacerle fácil el trabajo al Estado». En este sentido, ha sentenciado que «más democracia y más derechos es dar por bueno lo que escoge el Parlament de Cataluña», aludiendo a la investidura del president Torra. De momento, las fuentes consultadas indican que Torra está dispuesto a echarse a un lado tras la inhabilitación pero no a asumir una presidencia simbólica.
Si el Govern no convoca elecciones antes de la inhabilitación, se activará un proceso que puede durar seis meses hasta la constitución de un nuevo Ejecutivo. Mientras tanto, el gobierno catalán, sin presidente, no podría aprobar nuevos presupuestos ni realizar nombramientos.