Artur Mas se queda en el PdCAT. Así lo ha anunciado este lunes en una rueda de prensa que ha levantado muchísima expectación en Cataluña pues muchos temían que el ex presidente decidiera romper también con la formación que crearon él y Carles Puigdemont hace cuatro años en Bélgica. Mas, algo envejecido, luciendo barba de tres días y moreno postveraniego, ha sido muy contundente a la hora de justificar su decisión, basada en que no participará en un proyecto, el JxCat de Puigdemont, que ha hecho saltar por los aires la unidad del centro-derecha independentista catalán.
Mas ha puesto dos ejemplos de cómo los de Puigdemont han gestionado la relación entre el PdCat y JxCat de manera errónea, algo que le ha llevado a afirmar que se encuentra «triste, decepcionado y molesto«. En el primer caso, Mas se ha referido a la remodelación del Govern llevada a cabo por el presidente Quim Torra y que ha explicado como una manera de dejar fuera al PdCAT, partido que, ha dicho, «daba apoyo» a JxCat en el Ejecutivo. Esta remodelación se ha saldado con el cese de la única representante de su partido, Àngels Chacón, y ha tenido como consecuencia un agravamiento en la relación entre ambas formaciones, según ha señalado el ex presidente.
El compromiso sobre las siglas
Pero también ha recordado otro hecho que ha justificado la ruptura: la apropiación de las siglas de JxCat por parte de Carles Puigdemont. «Hay un compromiso firmado que dice que ninguno puede usar el nombre de JxCat sin el acuerdo del otro», ha explicado Artur Mas, «los compromisos se han de cumplir y no se ha hecho. Y eso ha llevado a consecuencias indeseables«. Concretamente, y aunque no lo ha mencionado, a que el PdCat haya demandado ante la Justicia a JxCat por estos hechos.
No han quedado ahí sus mensajes a Puigdemont. El también ex presidente apuesta por lo que llama «confrontación inteligente» con España durante la próxima legislatura y como forma de llegar a la independencia. Algo que Mas ha puesto en duda al afirmar que, de momento, la inteligencia ha brillado por su ausencia a la vista de los resultados: «Cuando escucho confrontación inteligente interpreto que es la confrontación que nos puede hacer ganar. Si no se puede ganar, no es inteligente».
Mas, sin embargo, ha mostrado su confianza en que los puentes entre el PdCat y JxCat aún puedan rehacerse, aunque ha insistido en que la relación entre ambas formaciones está prácticamente rota. Algo de lo que, implícitamente, ha responsabilizado a Carles Puigdemont, al que ha recordado en varias ocasiones que fundó junto a él el PdCat con el objetivo de crear un partido que diera cabida a diferentes sensibilidades. Algo similar a lo que se había hecho previamente con la coalición JxSí, de la que llegó a formar parte ERC. Y ha sido esta actitud la que, según ha señalado en numerosas ocasiones, explica que Mas prefiera mantenerse en el PdCat antes que participar en la nueva formación de Puigdemont. De cualquier manera, Artur Mas ha mostrado su confianza en que pueda repararse de algún modo la relación entre las dos formaciones y se inclinado por una candidatura conjunta en forma de coalición de cara a los próximos comicios autonómicos.
Mensaje para ERC y la CUP
Para los republicanos y la CUP también ha tenido palabras Artur Mas aunque sin citarlos directamente. La falta de unidad entre los partidos independentistas y de una «estrategia» común también ha llevado a Mas a decir que le intristece y le decepciona. El ex presidente ha recordado que abandonó la primera línea política en 2015 por «el proyecto soberanista colectivo«, como una forma de reprochar a ERC y cupaires que no sean capaces de atender a las llamadas a la unidad de JxCat y Puigdemont. Y ha advertido: «Sin unidad no hay recorrido y nos quedaremos en una autonomía cada vez más residual«.
El ex presidente, por otro lado, ha asegurado que no tiene ninguna intención de participar activamente en la política en los próximos años, aunque sí se ha ofrecido como «puente» entre su formación y otros partidos separatistas. Y ha anunciado que su objetivo ahora es reforzar su figura institucional como ex presidente de Cataluña. «Los ex presidentes», ha explicado, «son un patrimonio común del conjunto del pueblo de Cataluña». Y ha recordado que «hay otros que no lo pueden hacer».
Y es que, salvo el socialista José Montilla, Artur Mas es el único en estos momentos que puede ostentar ese papel con relativa tranquilidad y tras haber cumplido los años de inhabilitación a los que fue condenado por la organización de la consulta ilegal sobre la independencia del 9 de noviembre de 2014. El primer presidente de la democracia, Jordi Pujol, está inmerso en un macroproceso judicial por presunta corrupción. El socialista Pasqual Maragall padece alzheimer en estado avanzado. José Montilla no ha mostrado en ningún momento interés en ejercer como figura institucional en Cataluña mientras que Carles Puigdemont está fugado de la Justicia española y aspira a volver a presidir la Generalitat. Y, finalmente, Quim Torra tampoco podrá ejercer ese papel institucional si, tal y como se prevé que suceda en las próximas semanas, el Tribunal Supremo confirma la sentencia de inhabilitación durante un año y medio.