Que este año la Diada sería atípica ya nos lo habían avisado. Pero se ha podido constatar en la tradicional ofrenda floral ante el monumento a Rafael Casanovas. Un acto marcado por las medidas de seguridad que se ha hecho sin música y sin público, a excepción de una docena de personas que se han acercado a las vallas que cortaban el paso para intentar captar alguna imagen de los políticos y entidades que participaban.
Los primeros en realizar la ofrenda, como viene siendo habitual, han sido las fuerzas policiales, con la participación de la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra. Posteriormente, la representación del Govern con tan solo el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el vicepresidente, Pere Aragonès y la consellera de Presidència, Meritxell Budó.
Una Diada sin gran manifestación independentista
En declaraciones a los medios Budó ha llamado este viernes a celebrar la Diada de forma reivindicativa porque «sigue habiendo represión», pero siguiendo las medidas de seguridad que recomiendan los técnicos sanitarios. La consellera ha destacado el pequeño formato por el que se ha optado desde los diferentes actores en los actos de conmemoración, ha lamentado que en esta ocasión no haya una gran manifestación independentista para poder arrojar una cifra de personas que respalda el proyecto, pero ha insistido en que la forma no resta importancia a la reivindicación, porque «se necesita una respuesta al conflicto político que no puede pasar por la judicialización y debe pasar por la amnistía y el derecho a la autodeterminación».
También ha participado el presidente del Parlament, Roger Torrent, que en la misma línea ha pedido al Gobierno que afronte el conflicto catalán para buscar una solución y lograr que este año sea «la última Diada con presos y exiliados». Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pedido a la ciudadanía celebrar la Diada de este año sin grandes manifestaciones ni aglomeraciones, para evitar contagios de coronavirus: «Hagamos de esta Diada un día de cuidados, de coger fuerzas».
Otros partidos como JxCat, ERC, PDeCAT y PSC también han pasado por el monumento de Rafael Casanova para realizar la ofrenda. Asimismo, han participado las entidades Òmnium Cultural, que han traído una pequeña banda que han tocado ‘Els segadors’, y el presidente del FC Barcelona, que ha tenido que oir como algunos vecinos le gritaban «dimisión» desde sus balcones.