Se agranda la brecha entre los expresidentes de la Generalitat Artur Mas y Carles Puigdemont. Si hace unos días conocíamos que el primero se distanciaba del segundo quedándose en el PDeCAT y renunciando a romper su carné, hoy sabemos que ha pactado con esta formación participar en su campaña si finalmente se presenta en solitario, tal y como ha podido saber la ACN. Fuentes del partido han señalado que, pese a su colaboración, Mas no formará parte de la lista electoral.
En cualquier caso, el exjefe del gobierno catalán ha puntualizado que eludirá pronunciar ningún discurso en contra de Junts per Cataluña o de su líder, Carles Puigdemont —que, como es sabido, fue su sucesor al frente de la presidencia de la Generalitat—. Hasta ahora, Mas ha guardado silencio en público pero ha mantenido conversaciones con la dirección del PDeCAT. Hace unas semanas, comunicó a la ejecutiva de David Bonvehí que mantendría el carné de la formación y que no se integraría en JxCAT. Sin embargo, ha dejado claro que no desea rivalizar con Puigdemont.
El PDeCAT confía en que Mas evite la sangría de afiliados
Con la participación de Mas en la campaña, el PDeCAT confía en robustecer al partido en los próximos meses. La dirección piensa que el hecho de que el expresidente mantenga el carné puede hacer que muchos asociados que pensaban darse de baja finalmente no lo hagan. Y es que al menos un 7% de los militantes de la formación han roto el carné en la última semana para afiliarse al nuevo partido de Puigdemont.
De momento, el nombre que se baraja como candidata para encabezar la lista del PDeCAT es la extitular de Empresa de la Generalitat, Àngels Chacón, expulsada por Quim Torra el jueves pasado. Según fuentes del partido, Mas ve con buenos ojos que Chacón encabece las listas. Por otra parte, Mas no tiene intención de regresar a la primera línea política. Hace meses ya clarificó que no volvería a ser candidato. De hecho, apostaba por que JxCAT y el PDeCAT confluyeran en una coalición electoral —vía que, pese a ser defendida por Bonvehí, fue desestimada por Puigdemont y el secretario general de JxCAT, Jordi Sánchez—.