Nuevo golpe al sector del motor en Cataluña, el fabricante alemán de componentes para automóviles Bosch ha informado a los sindicatos de su intención de cerrar la fábrica de Castellet i la Gornal en 2021. Fuentes de la compañía han informado a Europa Press que la decisión de finalizar la actividad productiva en este centro de producción de limpiaparabrisas, con una plantilla formada por unas 300 personas, responde a la imposibilidad de encontrar medidas que mejoren su rentabilidad.
La compañía alega que en los últimos años ha crecido la competencia en el sector de fabricación de limpiaparabrisas para el sector del automóvil. «Esta situación se ha agravado en el pasado año, debido a la caída en la producción mundial de vehículos. El negocio de equipo original en Europa se ha visto afectado significativamente», explicaron desde la firma alemana.
Con motivo de esta situación, Bosch inició hace «mucho tiempo» los análisis para mejorar la competitividad para reorientar su negocio y lograr una «rentabilidad sostenible», con el foco puesto en el mercado europeo. No obstante, al no encontrar una solución que permitiese incrementar la competitividad del centro y mejorar la rentabilidad, ha decidido iniciar un proceso de negociación con los representantes de los trabajadores para el cierre de la planta de Castellet, «lo antes posible en 2021».
Los trabajadores rechazan el cierre
El comité de empresa de Bosch ha rechazado este lunes el anuncio de cierre de la planta. En un comunicado, UGT de Cataluña ha explicado que la representación legal de los trabajadores ha trasladado a la dirección su «rechazo total» a esta decisión y ha exigido que sea la gerencia de la compañía la que comunique esta decisión para poder valorar así las causas y los motivos.
En un tuit, el sindicato exigía explicaciones a la compañía «frente incumplimiento del acuerdo de buscar inversores, cuando la plantilla sí lo ha hecho a costa de rebajar derechos y salarios».
La planta de Castellet i la Gornal ha soportado en los últimos años planes de viabilidad, como expedientes de regulación, bajas incentivadas, reducciones salariales, ha recordado el sindicato, que considera que la reducción de los 1.200 trabajadores de 2003 a los 300 actuales demuestra «una total falta de implicación».