El presidente Quim Torra (JxCat) se ha referido al referéndum ilegal del 1-O como una «fórmula mágica» a partir de la cual el independentismo tendría que haber mantenido la «confrontación» con el Estado para lograr el objetivo de declarar la independencia de Cataluña. Lo ha hecho en una entrevista con la ACN en la que también ha lamentado las discrepancias con sus hasta enero socios de Govern, ERC.
«Cualquier salto colectivo que nos planteemos», ha dicho el presidente, «solo puede producirse si se vuelve a repetir esta fórmula mágica» basada en la «unidad» entre los partidos, entidades y ciudadanos separatistas. Algo que cree que aún es posible para plantar de nuevo cara al Estado de forma «democrática» y con el fin de «ampliar más» los apoyos al independentismo.
Cambio de estrategia
Torra ha afirmado que el 1-O fue «el momento» en el que los separatistas llegaron a «tocar la independencia con la punta de los dedos». Y se ha preguntado por qué bajo su mandato no ha sido posible orquestar una acción similar: «No sé por qué todo aquello que tiraron adelante los compañeros en la prisión y en el exilio no ha de seguir siendo lo que ahora hemos de hacer los que tenemos algunas responsabilidades. No entiendo por qué tenemos que cambiar de estrategia«. Una clara referencia a ERC que, en esta legislatura, ha apostado por el diálogo y la negociación con el Estado para lograr celebrar un referéndum legal.
En esta entrevista, recogida por elnacional.cat, Torra ha lanzado algunos dardos a ERC pero también ha lamentado que las discrepancias con los republicanos hayan dado al traste con el objetivo de convertir su mandato en la legislatura en la que debía redactarse y aprobarse la Constitución de la Cataluña independiente. «Las discrepancias y diferencias no han sabido encontrar el canal adecuado», ha asegurado, «y pienso que, sencillamente, la clase política no ha estado a la altura que la ciudadanía requería».
Dispuesto y preparado
De cualquier manera, Torra ha asegurado que no se ha planteado en ningún momento presicindir de los representantes de ERC en el Govern. Pero ha insistido en subrayar las «discrepancias» entre JxCat y los republicanos sin mencionar que estas se agravaron cuando ERC aceptó su inhabilitación como diputado.
Decepcionado porque su gobierno no ha tenido «el objetivo fabuloso, ilusionante y estelar» que tuvo el de Carles Puigdemont, Torra, finalmente, ha asegurado que, desde que llegó a la Generalitat, ha estado «dispuesto y preparado para llegar tan lejos» como los grupos que apoyaban al Govern «quisieran llegar». Tenía previstos «todos los escenarios» pero el procés, ha admitido, no ha avanzado bajo su mandato por otras «acciones» que no esperaba «en una situación con presos y exiliados».