Colaborador en cabeceras como Vozpópuli, The Objective o Jot Down, José María Albert de Paco es autor, junto a Iñaki Ellakuría, de una crónica sobre la primera década de vida de Ciudadanos: Alternativa Naranja.En esta conversación aborda el actual momento de la formación de Inés Arrimadas, pero también otros asuntos candentes como la marcha del Rey emérito al extranjero o el manifiesto de intelectuales españoles en contra de la cultura de la cancelación, al que no dudó en brindar su apoyo.
Fue uno de los firmantes de la carta de intelectuales españoles que respaldaba el manifiesto de Harper’s contra la cultura de la cancelación. ¿Qué le llevó a firmarlo?
La evidencia de que la izquierda woke trata de imponer un marco mental basado en códigos intelectualmente ínfimos y éticamente reprobables. Estamos ante una corriente doctrinaria que invoca la corrección política para inocular en los medios y la universidad la censura, so pena de destierro, expulsión o cualquier otra modalidad de muerte civil. Más importante que los manifiestos, no obstante, es el desempeño cotidiano, ese esfuerzo moral del que hablaba Orwell. Y es que esta contienda es un trasunto plácido de la que él libró: en la raíz de la batalla cultural de nuestros días está el compromiso con la verdad, la razón y la objetividad.
En una carta publicada en The Lancet, científicos españoles han reclamado una “evaluación independiente” de la pandemia en España. ¿Cómo valora el papel desempañado por el Gobierno en esta crisis?
La gestión del Gobierno está perfectamente descrita en las cifras de la pandemia, y se resume en un fracaso exorbitante, en cuyo origen está la desatención de la emergencia sanitaria en aras de la agenda cuqui de Irene Montero. «Porque el machismo», se decía, «mata más». Si a ello añadimos el escamoteo del número de muertos, el hostigamiento a los medios de comunicación, el uso propagandístico de la televisión pública, el comité de expertos fantasma, el intento de criminalizar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, la ineptitud del epidemiólogo motorista… No ha habido en Europa una gestión más calamitosa. Y respecto a los científicos españoles, cualquier iniciativa que no incluya la exigencia de destitución de Simón me parecerá baldía, una pura maniobra de autoexpiación gremial.
«Respecto a la carta de los científicos españoles en ‘The Lancet’, cualquier iniciativa que no incluya la exigencia de destitución de Simón me parecerá baldía, una pura maniobra de autoexpiación gremial»
José María Albert de Paco
En un artículo reciente, Félix Ovejero asegura que Podemos no solo ha erosionado a la socialdemocracia, sino que también ha reforzado a los nacionalismos periféricos. ¿Suscribe el retrato?
Por entero, no hay más que ver los resultados de las últimas elecciones. Las franquicias de Podemos han sido prácticamente borradas del mapa en beneficio de los nacionalistas pata negra. Un trasvase perfectamente natural, dado que Podemos también ha hecho bandera del descrédito de la democracia española.
Tras la marcha del Rey Emérito al extranjero, muchos han cuestionado la idoneidad de la monarquía como forma de Estado. Pero, ¿es preferible la republica plurinacional que quieren algunos a la actual monarquía constitucional?
No, en modo alguno. Hay razones prácticas que avalan esa idoneidad, pero la principal es política: el grueso de los partidarios de la República no ambicionan una forma de Estado menos arcaica, como sostienen, sino el desguace de la Nación.
«El grueso de los partidarios de la República no ambicionan una forma de Estado menos arcaica, como sostienen, sino el desguace de la Nación»
José María Albert de Paco
En el último mes, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha reclamado tanto un referéndum sobre la secesión de Cataluña como otro sobre la monarquía. ¿Son los plebiscitos instrumentos adecuados para tomar decisiones trascendentales?
No, sobre todo si la ley no te faculta para ello, como es el caso.
Según el CEO, el 50,5% rechaza la independencia, el dato más alto desde 2014. ¿Ve con optimismo el futuro de Cataluña?
Es lo único que veo con optimismo en Cataluña, el futuro, y siempre que se trate de un futuro lejano. De todos modos, esos cambios de opinión respecto a algo tan trascendental como la continuidad de un Estado siempre me han parecido dignos de estudio. Igual a los catalanes no se nos debería hacer tanto caso.
«Ni siquiera la sumisión de los ‘comunes’ a la normalización lingüística, a la consigna xenófoba de desterrar el castellano de la vida pública, les sirve para ganarse el favor del nacionalismo más cafetero, para el que nunca se bailan suficientes sardanas»
José María Albert de Paco
La alcaldesa de Montcada, Laura Campos, de los comunes, ha denunciado una cascada de descalificaciones contra ella en las redes por dirigirse a los trabajadores de Nissan en castellano. Al mismo tiempo, ello no ha impedido que siga declarándose una “hija orgullosa del éxito de la normalización lingüística”. ¿Es una actitud coherente?
En cualquier caso, no es extraña. Es una práctica habitual de los comunes excluir el castellano de las comunicaciones oficiales, por ejemplo en los folletos que convocan a los vecinos a foros de participación ciudadana, en los que emplean el catalán, el urdú, el tagalo, el árabe… cualquier lengua, de hecho, menos el castellano. Y ni siquiera ese grado de sumisión a la normalización lingüística, a la consigna xenófoba de desterrar el castellano de la vida pública, les sirve para ganarse el favor del nacionalismo más cafetero, para el que nunca se bailan suficientes sardanas.
Fue autor, junto a Iñaki Ellakuría, de un libro sobre Ciudadanos: Alternativa naranja. ¿Qué opina de la propuesta del partido de presentarse en coalición junto a PSC y PP en los próximos comicios catalanes?
Un intento ciertamente desesperado de copar los medios durante unas horas, en la tradición del marketing riverista. El PSC, obviamente, no va a tener el menor problema en, parafraseando a Pujol, enviarlos a la mierda de dos en dos, entre otras razones porque lleva 15 años haciendo del desprecio a Ciudadanos un rasgo capital de su acción política. En otra clase de escenario, tal vez Ciudadanos pudiera argüir que la oferta obligaría al PSC a retratarse, pero no es el caso. Hablamos de un partido que se sostiene en el Gobierno gracias a una constelación de partidos antiespañoles, que ha legitimado a Bildu, que ha dado luz verde a una mesa con ERC. Francamente, no sé qué podría retratarle más.
«El hostigamiento de que son objeto los Iglesias-Montero me parece despreciable, pero hay que recordar, ahora y siempre, que esa práctica es una de las grandes aportaciones de Podemos a la política española, si no la principal»
José María Albert de Paco
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha defendido los escraches como «protestas legítimas avaladas por la judicatura española». Sin embargo, considera que el acoso que se produce a las puertas de su casa son «otra cosa» porque no dura horas sino semanas. ¿Hay escraches buenos y escraches malos?
El hostigamiento de que son objeto los Iglesias-Montero me parece despreciable, pero hay que recordar, ahora y siempre, que esa práctica es una de las grandes aportaciones de Podemos a la política española, si no la principal.
