El Ayuntamiento de Barcelona instalará cámaras zenitales en los mercados municipales para controlar el aforo en tiempo real con el objetivo de mejorar la seguridad sanitaria en estos equipamientos y evitar contagios de coronavirus.
Las cámaras, situadas en el techo de las zonas de acceso, contabilizarán el número de personas que entran y salen del mercado a partir del número de cabezas presentes en el espacio, sin posibilidad de enfocar las caras, y alertarán cuando los espacios hayan llegado al máximo permitido de ocupación, ha informado el consistorio este martes en un comunicado.
El algoritmo de seguimiento informará sobre el número de personas presentes en cada momento, tanto la ocupación de personas en el mercado como la ocupación parcial por zonas.
Prueba piloto
La información, notificaciones y alertas de ocupación se mostrarán en tiempo real en los monitores conectados en la red, que aparecerá en verde cuando se pueda acceder y en rojo cuando se llegue al límite aforo, de manera que el personal de seguridad podrá limitar el acceso de nuevos clientes hasta que no se vuelva al aforo permitido.
Las cámaras zenitales se han instalado en una primera fase como prueba piloto en el mercado de la Abaceria, Sants, Sarrià, Encants de Bellcaire y el Mercat de Sant Antoni; mercados con «características muy diferentes para comprobar su idoneidad en distintas situaciones y hacer los ajustes necesarios».
Una vez completada la primera fase, el Institut Municipal de Mercats de Barcelona continuará con la siguiente fase hasta completar la instalación en todos los mercados a mediados de octubre y en total se instalarán 260 cámaras y 125 pantallas de seguimiento.
Boqueria y Encants de Bellcaire
Quedará por definir y ejecutar los proyectos para el mercado de la Boqueria y para Encants de Bellcaire debido a las «especiales características de estos dos mercados que no tienen puertas de acceso propiamente dichas».
La medida se añade a las que los mercados municipales han ido incorporando desde marzo, ya que al ser servicios esenciales se han mantenido abiertos desde el primer día del estado de alarma por el coronavirus.