El ex presidente Carles Puigdemont ha presentado este sábado el primer congreso del nuevo JxCat, también llamado Junts, que se desarrollará desde este fin de semana hasta principios del próximo mes de octubre. Algo que, en principio, desmentiría la posibilidad de que las elecciones autonómicas se celebraran el día 4 de octubre. Puigdemont ha realizado la presentación en un acto trasmitido a través de Youtube y en el que, sin nombrarlos, han sido protagonistas los republicanos de ERC, dados los numerosos toques de atención que se les han dirigido por parte de todos los que han participado en esta primera sesión.
Puigdemont ha presentado esta nueva etapa de JxCat como un momento para «reforzar la alianza» de quienes están «en el mismo barco». «Junts», ha añadido, «tiene que ser una herramienta no sectaria ni excluyente». A esta llamada a la unidad ha añadido el ex presidente, fugado de la Justicia española y eurodiputado, una advertencia a ERC, aunque sin mencionarlos. En este sentido, aunque ha asegurado que es «democrático» luchar por otras opciones, quienes lo hagan, tendrán que «explicar» porqué es mejor «mantener el centralismo y un déficit fiscal insostenible».
La unidad imposible
Lo cierto es que Puigdemont ha demostrado que no ceja en su empeño de aunar a todo el independentismo bajo unas mismas siglas. No le ha importado para ello casi destruir al PDeCAT ni transformar en fundación la Crida Nacional per la República. Las principales caras de estos partidos han sido protagonistas de la presentación del nuevo Junts. El objetivo del ex presidente no es solo volver a gobernar Cataluña, aunque sea desde la distancia, sino destruir a una ERC partidaria del diálogo con el Estado y de un referéndum pactado.
Frente a él, no solo se encuentra ahora mismo Oriol Junqueras, sino toda una serie de formaciones catalanistas que ahora buscan su propio protagonismo. Partidos como el nuevo PNC o Units per Avançar, y otros como Lliures o la Lliga, que tienen claro que no es el momento de la independencia y que no pondrán su empeño en retar de nuevo al Estado. Bien porque saben cuál es el resultado de estos retos, bien porque prefieren un diálogo y una negociación que les permitan, por ejemplo, no solo hacer un referéndum sino obtener otras prebendas como un concierto fiscal similar al que gozan los vascos.
Por otro lado, más duro en sus interpelaciones a ERC ha sido el ex conseller Jordi Turull, condenado por el referéndum ilegal del 1-O y que ahora goza del tercer grado penitenciario. Turull ha dejado claro que no le «impresionan» ni «los profetas del derrotismo ni de la confortabilidad». «Tampoco los de la rendición vestida de pragmatismo«, ha añadido. No obstante, y como han hecho el resto de participantes, Turull ha apostado por la unidad del independentismo y ha asegurado que «los héroes» de la independencia serán «la gente» y esta quiere «que vayamos todos a una».
Situación «crítica» por el COVID-19
El encargado de presentar a Puigdemont ha sido su sucesor al frente de la Generalitat, Quim Torra. El presidente ha sido el único en enviar su pésame a las familias de las víctimas del COVID-19 y ha explicado que el Govern tomará «las decisiones que sean, por dolorosas que sean» para hacer frente a la nueva crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Y es que, ha dicho, «la situación actual es crítica«.
Torra ha repasado la acción de su Ejecutivo durante la pandemia y se ha adjudicado supuestos éxitos como haber sido el primero en pedir el confinamiento total de la población o en plantear un sistema de desescalada por franjas horarias. Pero, sobre todo, ha subrayado que el Govern «ha gobernado para todos los catalanes». Algo que, en su opinión, significa que el independentismo «gobierna por el bien de todos».
Sobre la nueva andadura de JxCat, Torra se ha limitado a decir que se trata de «un nuevo partido independentista«. Y ha señalado que luchará porque Cataluña cuente con «todos los recursos y toda la soberanía» para afrontar la crisis del COVID-19.
Además de Puigdemont, Turull y Torra, han intervenido también la imputada por presuntos delitos de corrupción, Laura Borràs; los condenados Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Sánchez y Meritxell Borràs; los fugados Toni Comín y Lluís Puig y la ex socialista Marina Geli.