Cataluña celebra este jueves un Sant Jordi diferente, sin las típicas paradas de libros y rosas en todas las esquinas, pero con mascarilla y gel desinfectante. La crisis del coronavirus obligó a trasladar la diada de Sant Jordi del 23 de abril al 23 de julio y los últimos brotes de Cataluña no han permitido poner paradas en Paseo de Gracia. Pocos indicios de festividad se vive hoy, con librerías sin las típicas colas y con pocos autores firmando mientras los lectores mantenían la distancia de seguridad.
El tradicional descuento del 10% sí ha estado presente durante esta atípica jornada y el sector del libro espera alcanzar el 30% de ventas en una jornada de Sant Jordi al uso.
Pocas librerías han sacado los libros a la calle, unas 70 en Barcelona y 90 en toda Cataluña. Sí que lo ha hecho la librería La Caixa d’Eines. «Es un Sant Jordi muy atípico, un Sant Jordi complicado, con muchos cambios y mucha seguridad. Nuestro objetivo principal es que esto sea seguro y que a la gente no le de miedo venir», nos cuenta Marta Adell, propietaria de la librería.
«No esperamos multitudes. No se acercará a un Sant Jordi normal, ni a nivel de números ni a nivel de gente». Según Adell, el público que tendrá hoy será los clientes fieles de siempre que se pasarán por la librería a dar apoyo.
La librería también ha querido mantener la tradicional firma de libros, aunque adaptada a las circunstancias. En un principio, las firmas iban a ser en Paseo de Gracia, pero debido a las medidas de seguridad han decidido realizarlo de otra forma «No lo hemos anunciado específicamente, vendrán los autores y dejarán unos ejemplares firmados, no interactúan con el cliente». El escritor Rafel Nadal sí atenderá a los lectores, pero manteniendo las distancias de seguridad y «sin selfies ni abrazos».
Josep Sáez, de la librería La Carpeta Petta no se atreve a hablar de números «muy sorpresivo, no lo sabemos, es muy difícil de decir». Aunque sí ha notado un poco más de afluencia de clientes atraídos por el descuento, espera que la jornada de hoy le permita recuperarse un poco de los dos meses que tuvo que cerrar por la pandemia.
Incertidumbre entre los floristas
Desde el Gremi de Floristers de Catalunya viven la jornada preocupados y piden a la población que apoyen también a las floristerías.
Carolina Pallés, tiene su floristería en las Ramblas de Barcelona junto a su hermana, es la cuarta generación que regenta Flors Carolina. Ella hecha de menos alguna parada de libros a su lado «El calendario es para seguirlo, este año se ha perdido. Creo que con buena intención se buscó una fecha, tal vez no ha sido la fecha ideal».
«Hoy es cuestión de tener unas cuantas para los cuatro clientes que no la compraron el día de Sant Jordi (23 de abril) y quieren comprarla hoy». Ella tampoco cree que el sector se vaya a recuperar este año, pero tiene esperanza «que el tiempo pase rápido y que poco a poco se vayan recuperando».
Este año a la habitual rosa roja le acompaña la rosa blanca, un homenaje a las víctimas de la pandemia del Coronavirus.