Antonio Garrigues Walker (Madrid, 1934) tiene una biografía tan rica y extensa que es imposible de resumir. Destacaría que toda su vida se ha distinguido, además de por su exitosa trayectoria profesional, como Presidente del Bufete Garrigues entre 1967 y 2014, por su interés por los asuntos públicos, siempre desde una perspectiva liberal, de moderación y diálogo. Del entrevistado lo que más me ha impresionado, además de su magnífica forma física y mental, ha sido que mantiene un espíritu constructivo, optimista, alejado de cualquier sectarismo o radicalidad, aún siendo consciente de los duros momentos que atravesamos como país.
¿En qué momento se encuentra el liberalismo político, en España y en el resto del mundo?
Vamos a empezar por el mundo porque en efecto el tema del liberalismo afecta al funcionamiento del mundo. Por lo pronto tenemos un problema que el concepto de liberalismo no es el mismo en EEUU que en Europa. Son dos conceptos distintos. En Estados Unidos ser liberal es ser claramente de izquierdas, de la izquierda profunda. En Europa en cambio ser liberal a veces quiere decir que eres un conservador y a veces quiere decir que tienes tendencias socialistas. Pero yo lo que creo es que el liberalismo ha triunfado en el mundo como ideología. Todo el mundo se proclama liberal y nadie se proclama antiliberal. En ese aspecto yo creo que los liberales tenemos que reconocer que como ideología el liberalismo ha triunfado pero como presencia política activa la verdad es que todavía estamos muy lejos del protagonismo y del papel que podríamos tener.
Desde los nacional populismos de derechas y de izquierdas y los iliberales o los defensores de los derechos colectivos, hay una ofensiva contra el liberalismo, entendido como la encarnación de los derechos individuales, la libertad de expresión y la presunción de inocencia. La carta publicada en Harper’s Magazine de 150 intelectuales va en esta línea de defensa de la libertad. ¿Cómo ve este debate que es más profundo en Estados Unidos que aquí?
También es profundo en Europa. En Estados Unidos este manifiesto ha tenido repercusión y es que, en efecto, en estos momentos lo que está en peligro es la libertad individual y la libertad de expresión. Estamos viviendo una revolución tecnocientífica que está produciendo fenómenos en donde la verdad sufre mucho. El tema de las ‘fake news’ no es un tema menor. En todo caso lo que yo quiero es advertir a los que se quejan de que los populistas están dominando la escena política, lo cual es verdad, es el caso de Trump en EEUU, es el caso de Inglaterra, es el caso de Francia o de Italia, es que la culpa no la tienen los populismos, la culpa la tienen las otras ideologías que no han sabido hacer el papel adecuado para ocupar el protagonismo que se requiere. Los espacios políticos que quedan vacíos se ocupan, aunque sea con mensajes tan simplistas, tan engañosos, tan frívolos como los que ofrecen a la ciudadanía los populismos. Pero es que si la ciudadanía no tiene una oferta sólida de las demás ideologías se va a ir inevitablemente al populismo, y esto es lo que está pasando. Y eso es frente a lo que tenemos que luchar, tenemos que ofrecer a la ciudadanía una oferta ideológica liberal más seria, más profunda y también más eficaz. Lo que no podemos dejarnos es engañar con utopías. El liberalismo tiene que ofrecer el convencimiento de que solamente a través del liberalismo se puede sostener la economía y la vida política, y creo que es absolutamente verdad, pero todavía no hemos hecho el esfuerzo necesario para explicarlo adecuadamente y con suficiente fuerza.
Es cierto que internet es un foco de ‘fake news’ pero también mucha gente opina que es un contrapeso al predominio de los grandes grupos mediáticos muchas veces subordinados a los intereses de los estados y las grandes compañías. Internet es difusora de noticias falsas, pero también permite encontrar otras lecturas de la realidad que no sean las ‘oficiales’ de cada momento.
Eso sin duda, y bendito sea internet y el avance que ha significado. Yo a mi edad reconozco que viví una época en la que no había internet y ahora la verdad es que no se como se podía vivir sin él. Tienes razón que en internet puedes encontrar todo tipo de opiniones. Si solamente buscas las que te gustan lo pasas muy bien. Si quieres encontrar la verdad tienes que leer mucho. Tu también aceptarás que a un ciudadano medio no se le puede exigir ese esfuerzo intelectual porque, además de otras muchas cosas, no tiene tiempo para hacerlo. Yo aún así, lo que creo es que el ciudadano no es tonto y sabe al final encontrar su verdad, y la sabe encontrar a través de internet u otros medios, entre ellos, a través de conversaciones con amigos que es donde yo creo que los españoles refinamos la ideología.
Si la ciudadanía no tiene una oferta sólida de las demás ideologías se va a ir inevitablemente al populismo, y esto es lo que está pasando.
La experiencia del Partido Reformista fue un intento fallido por hacer un proyecto en el que se juntara una visión reformista de España y un nacionalismo catalán participativo. ¿Cómo ve la situación en Cataluña?
Respecto a la operación reformista que pusimos en marcha Miquel Roca y yo, en efecto se trataba de conectar el aspecto liberal con el nacionalista catalán y era la incorporación de la vida catalana a la vida nacional. De una manera directa España necesita a Cataluña, es la comunidad más rica y más enriquecedora en el terreno cultural, económico y social. España necesita más Cataluña y no digo catalanizar España ni españolizar Cataluña, pero tenemos que ser conscientes de que el incremento de relaciones entre España y Cataluña es bueno para todos. Y que especialmente es bueno para los españoles en su conjunto. Cataluña nos puede aportar mucho y nos debe dar mucho más de lo que nos está dando. Sigue habiendo entre catalanes y españoles una serie de reservas que espero que se vayan eliminando poco a poco. No se si soy muy optimista o pesimista pero sí creo que si alguien da por resuelto este problema se equivoca, es un problema en el que tenemos todos que comprometernos y tomar riesgos para evitar que volvamos otra vez a las andadas.
¿Cómo valora la actuación de las diversas administraciones públicas en esta crisis sanitaria. Han estado a la altura del reto planteado por la pandemia?
El problema que tenemos en España es que es uno de los pocos países donde no ha habido unidad política para luchar conjuntamente contra este problema. En países como Portugal, que cada día tenemos que tomarlo más como ejemplo, los siete partidos que representan a la ciudadanía se han puesto de acuerdo y están luchando conjuntamente y la situación en Portugal es mejor que la que tenemos en España. Es verdad que en otros países como Italia no es mejor que en España e incluso en Francia también tienen problemas. Pero en efecto lo primero que tendríamos que pedir al estamento político es la unidad. Lo segundo, es que Europa luche unida y tenga una respuesta común. Que se trabaje en equipo, conjuntamente, porque la pandemia afecta a toda Europa y ahí realmente tampoco lo estamos haciendo bien desde el punto de vista europeo. Luego en otros países como EEUU y China, aunque en China la falta de libertad política facilita la actuación del gobierno, pues se está haciendo una labor más eficaz. Si cada país quiere buscar su propia solución estamos absolutamente perdidos. En este tema se esta avanzando pero yo no me fiaría mucho y pediría a la ciudadanía, y a los medios de comunicación, que reclamen al estamento político una unidad sincera, efectiva y completa.
¿Qué efectos cree usted que va a dejar la pandemia en la vida futura? ¿Va a producir un retroceso de las libertades? ¿Ha habido una respuesta positiva de la gente?
Creo que el comportamiento ciudadano ha sido mejor que el liderazgo político. En toda Europa ha faltado liderazgo. A mi me alegra que en estos momentos la señora Merkel sea la que lleva las riendas de Alemania porque para Europa es un país decisivo y yo espero que sea capaz de generar una lucha común frente a este tema. Yo creo que ahí está la clave y es que no podemos olvidar que en este tipo de pandemia lo primero que hay es una tremenda ignorancia. Nos ha cogido a todos por sorpresa. Yo he leído bastantes artículos sobre epidemiología y lo que opinan los epidemiólogos y este tema del coronavirus es de una gran complejidad y requiere realmente una capacidad de sinergia tremenda para hacerle frente. Cuando pase la pandemia, que espero que sea pronto, a través del descubrimiento de la vacuna o medios capaces de paliarla , yo lo que creo es que se va a generar una recuperación de la vida económica muy amplia y sobre todo una especie de satisfacción ciudadana. Se va a producir un fenómeno de alegría en la ciudadanía lo cual va a favorecer todo tipo de actividad, cultural, económica y social. Porque realmente en estos momentos lo que estamos teniendo es mucho miedo e incertidumbre y mucha complejidad. La gente no sabe bien lo que está pasando y entonces vive en una situación de miedo que no es buena. Yo creo que de todo esto algo aprenderemos. No tengo mucha fe en que la humanidad aprenda muchas cosas de las crisis, ni de las económicas ni de las sanitarias, pero algo espero que hayamos aprendido y espero que pongamos en marcha un modelo de vida donde la sostenibilidad y la actividad económica mejoren de una manera sustancial.
El problema que tenemos en España es que es uno de los pocos países donde no ha habido unidad política para luchar conjuntamente contra el coronavirus
Usted es optimista respecto a la recuperación económica ¿También del turismo?
Es una época económica triste. Ya se ha dicho que el PIB va a bajar del orden del 13% y que podemos llegar a alcanzar cotas de desempleo del orden del 25%. Solamente se había visto en épocas de grave crisis económica, de modo que seamos conscientes de que vamos a vivir con una economía más pobre. Yo creo que eso no debe preocuparnos en exceso. Tendremos que adaptarnos, reduciendo nuestras necesidades y no pasa nada. Se puede vivir perfectamente con menos. El ser humano lo aguanta todo. Yo a lo que aspiro es a que no perdamos de verdad el optimismo y la fe en el futuro. Y que nos desprendamos de algunas actitudes, que yo veo en ciertos círculos, de pesimismo, de dramatismo, de miedo al futuro. No podemos tener miedo al futuro, viviremos una época en que la economía va a sufrir y eso no hay quién lo quite. El turismo puede llegar a reducirse más del 50%. Eso para España es muy importante pero en el momento en que esta pandemia desaparezca la recuperación del turismo será prácticamente inmediata porque en materia de turismo hay pocos países que puedan mejorar a España.
Usted ha mencionado de pasada el ejemplo de Portugal y se ha mostrado partidario de un acercamiento entre España y Portugal ¿Cómo están ahora mismo las relaciones entre estos países?
Oficial y teóricamente son buenas. Yo creo que son buenas pero incompletas. Antonio Costa es una persona que conoce y ama España y habla un español perfecto y yo creo que por la razón que sea el español minimiza la importancia de Portugal y nos está dando ejemplos en la unidad del estamento político y la colaboración ciudadana. Con Portugal hay que contar y contamos poco. A mi me parece de que lo que se trata es de mejorar la relación con este maravilloso país en todos los sentidos.
Ha sido nombrado coordinador del grupo de expertos que tiene que elaborar el anteproyecto de ley de defensa jurídica. ¿En qué línea piensa usted que tienen que ir estas modificaciones?
Lo que tenemos que hacer es cumplir con el art.24 de la Constitución que habla de una tutela efectiva y del derecho de todos los españoles a tener una capacidad de defensa para proteger sus intereses y sus derechos lo más completa posible. No es que el ciudadano esté indefenso. Lo que sí tenemos que hacer es mejorar lo que ya existe.