Las reacciones a las medidas de contención anunciadas ayer por los consellers de Salut e Interior, Alba Vergès y Miquel Buch, no se han hecho esperar. A escasas 24 horas del anuncio oficial, ya hay abierto, en redes sociales, un debate candente entre muchos ciudadanos.
El Liberal ha querido conocer de primera mano cómo han sido recibidas las nuevas restricciones, por lo que ha lanzado una breve encuesta a los grupos de Facebook de los municipios del área periférica de Barcelona que deberán dar un paso atrás en plena época vacacional.
Hasta el momento, son cerca de 300 las personas que han participado activamente en la encuesta. Pertenecen a los municipios de Esplugues, L’Hospitalet, Cornellá, Viladecans y El Prat de Llobregat, que están directamente afectados por la resolución del govern. Además, se han sumado al debate algunos vecinos de Castelldefels.
Rechazo mayoritario a las nuevas medidas de contención
Más del 70% de los encuestados cuestionan las medidas aprobadas por el gobierno catalán, a pesar de que una amplia mayoría se muestra preocupada por los rebrotes y apela a la responsabilidad de los ciudadanos para frenarlos.
Son varios los motivos por los que muchos ciudadanos dicen no estar de acuerdo con tales restricciones. Mientras algunos las consideran insuficientes o a destiempo, otros cuestionan la falta de transparencia de la Generalitat tanto en el seguimiento de los contagios, como en la base científica en que sustenta sus decisiones. Para otros, estas medidas son una estrategia política para evadir responsabilidades futuras.
«Seguimos creyendo al Estado mentiroso y manipulador español y catalán bajo las órdenes de la OMS… inmunidad colectiva… ¿le suena a alguien?, ¿infectados? ¿significa que están con PCR positivos? Otra vez estamos en la desinformación para que todos os mantengáis en el miedo y el apesebradamiento«, replica S.P.D (Castelldefels).
Por contra, un 26% de las respuestas avalan la decisión de la Generalitat, entendiendo que las medidas son necesarias para evitar un nuevo confinamiento que, aseguran, sería un desastre económico y social inasumible. En este sentido, muchas personas instan al resto a meditar sobre la realidad de un virus, que algunos parecen no tomárselo demasiado en serio.
«Yo cumpliré las normas porque hay que frenar los rebrotes antes de que vayan a más. Nuestros gobernantes han demostrado su ineficacia y su falta de anticipación, pero nosotros también hemos sido unos irresponsables», comenta J.M.M (Cornellá).
«Acatar las medidas nos beneficia en la salud, y la salud no se paga con dinero. Es por y para nosotros, allá cada uno con su conciencia y decisiones», M.L.G (Viladecans).
«Nosotros encerrados y venga llegar aviones al Prat»
Si hay una queja protagonista entre todas las recogidas durante las últimas 24 horas en los diferentes grupos municipales, es la incongruencia que supone, para muchos, que a los ciudadanos se les recomiende no salir de casa, mientras la llegada de turistas es constante. «Que me expliquen por qué no podemos ir a nuestra segunda residencia y sí pueden venir los turistas a hoteles y bares» dice F.F.C (Cornellá).
«Que sí, que la gente hace lo que le sale de los mismos, pero cuando a tí te dicen ‘quédate en casa’ y después las fronteras están abiertas para que vengan turistas extranjeros y, en algunos casos, turismo de borrachera y a liarla, pues como que jode bastante. Lo único que demuestran es que les importamos una mierda», J.R.L (Castelldefels).
Muchos de los encuestados aseguran que no cumplirán las recomendaciones de movilidad, por lo que se desplazarán tanto a playas, como a segundas residencias. Así lo ha podido constatar este mismo sábado el Servei Català de Trànsit, ya que, a pesar de las recomendaciones, un total de 416.646 vehículos han abandonado Barcelona, en su mayoría, con destino a las costas de Tarragona y Girona.
Dejadez por parte de las autoridades e irresponsabilidad ciudadana
En cuanto a la causa que ha provocado este paso atrás en la búsqueda de la nueva normalidad existe un gran consenso. Casi por unanimidad, se señala como principales culpables a aquellos «incívicos» que no cumplen las normas básicas de seguridad (uso de la mascarilla o respetar la distancia de seguridad). Sin embargo, esta desobediencia es, para muchos, fruto de la falta de efectivos policiales en las calles.
«Esto ha pasado porque no hay vigilancia ninguna. Si pasara la policía de las 12 en adelante por los parques verían a todos los chavales haciendo botellón… y cuando se van, lo hacen sin protección ninguna», asegura A.A.L (Viladecans).