El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; el líder de ERC, Oriol Junqueras; y los exconsellers Raül Romeva y Jordi Turull han salido a las 6.55 horas de la mañana de este viernes de la prisión de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada, por primera vez usando su clasificación en tercer grado, la semilibertad, con la que podrán pasar todo el fin de semana en casa.
Es el primer fin de semana en que se aplica el tercer grado a los presos condenados por sedición en el juicio del 1-O, después de que las juntas de tratamiento de las cárceles aprobaran el jueves aplicarles la modalidad habitual del régimen abierto, y el resto de líderes del 1-O que están en la cárcel saldrán también a lo largo de este viernes.
Al salir de la cárcel Cuixart ha declarado ante los periodistas que el tercer grado no significa para él nada en concreto porque lo que quieren es «salir de la represión de una vez por todas».
Preguntado por lo que significa el tercer grado para él, Junqueras ha dicho que está contento de poder ver a la gente de su pueblo: «Ya os lo podéis imaginar, seguro que no hacen falta muchos detalles».
Turull ha dicho que a pesar de no ser la libertad completa, hacía mucho tiempo que esperaban este fin de semana, y preguntado por qué hará el fin de semana, ha dicho: «Tengo ganas de dar la gracias a todo el mundo, a tanta gente como me pueda encontrar porque nos han dado tanta fuerza, tanto coraje y tanta esperanza».
Tres noches en casa
El tercer grado les permitirá pasar tres noches en casa, por lo que no volverán a la prisión hasta el lunes, y dormir los otros cuatro días de la semana en la cárcel, cuando pasarán entre 8 y 11 horas en el centro penitenciario.
Durante las horas que pasen fuera de la cárcel, podrán continuar con los trabajos y voluntariados que han hecho hasta ahora, estando clasificados en segundo grado y usando el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario.
La clasificación en tercer grado parte de la propuesta de las juntas de tratamiento de la prisión de Mujeres de Barcelona, Wad-Ras, Lledoners y Puig de les Basses, que avaló el Servicio de Clasificación de la Conselleria de Justicia.
Una vez adoptada la medida, la Fiscalía puede presentar un recurso ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria -manteniéndose el tercer grado hasta que resuelva-, y en última instancia ante el tribunal que les sentenció, el Supremo.