Aunque discreto y austero, el homenaje que los reyes Felipe y Leticia, junto a sus hijas, han rendido esta mañana a las víctima de la Covid-19 ha estado cargado de emoción. En el acto —en el que han estado representados todos los partidos excepto Vox, ERC, Bildu, BNG y la CUP— se ha recordado a los muertos y se ha ensalzado el trabajo de los sanitarios durante los últimos meses de lucha contra el virus. Cabe destacar, sin embargo, que no se ha efectuado en ningún momento una referencia clara al número concreto y total de muertos por el coronavirus.
En su discurso, Felipe VI ha defendido que el «mejor homenaje renovado» que se puede rendir a las víctimas es la “determinación frente a la adversidad y el espíritu de superación del pueblo español, que muestran el camino a seguir para afrontar y vencer las dificultades». «Hemos contraído una obligación moral y un deber cívico«, ha aseverado. «La obligación moral de reconocer, respetar y recordar siempre la dignidad de los fallecidos y especialmente el espíritu de esa generación admirable de españoles; y el deber cívico de preservar e impulsar los mejores valores que fundamentan nuestra convivencia», ha afirmado. Estas obligaciones, a su juicio, comprometen a todos los españoles, a los que les ha pedido cumplirlas «desde el respeto y el entendimiento«.
La enfermera Aora Lóopez ha pedido defender la sanidad pública
Durante el acto, también ha intervenido la enfermera Aora López. La sanitaria ha recordado los duros momentos vividos por su profesión: «Detrás de los EPIs no había héroes, éramos personas». Asimismo, ha agradecido los aplausos de las ocho de la tarde, pero ha exigido que no se olvide lo vivido y se sigan observando las recomendaciones sanitarias. «Piensen en los que fallecieron y también en los profesionales sanitarios, que su esfuerzo nunca sea en vano», ha enfatizado. Por último, ha interpelado a los poderes públicos para que defiendan la sanidad. Y es que, en su opinión, “no hay mejor homenaje que velar” por la «salud y dignidad» de sus trabajadores.
En el capítulo de las anécdotas, no ha pasado inadvertido que, tanto a la entrada al Palacio Real como en el desplazamiento a su interior, se ha visto conversar a políticos de signo contrario, como el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo; o el presidente del País Vasco, Íñigo Urkullo, conversando con su homólogo andaluz, Juan Manuel Moreno.