El Juzgado de Guardia de Lleida , a petición de Fiscalía, ha denegado el confinamiento de Lleida y otros siete municipios del Segrià decretado por la Generalitat. Según adelanto anoche El Liberal, el rechazo se basa en la consideración de que la Generalitat carece de competencias para decretar este tipo de medidas. «Viene a ser un estado de alarma encubierto«. En su escrito Fiscalía destacaba que las medidas adoptadas superaban en mucho el confinamiento perimetral autorizado con anterioridad y suponían una restricción de derechos fundamentales protegidos por la Constitución que sólo puede ser decretada por el Gobierno central y ratificada por el Congreso.
La Generalitat tendra que «pedir al Estado la declaración de estado de alarma para la zona» si quiere continuar con sus planes de confinamiento domiciliario.
Trabajar no, casales de verano sí
La orden de confinamiento domiciliario se ha dado a conocer en la tarde de este domingo y la misma es muy similar a la decretada por el Gobierno de Pedro Sánchez en la primera etapa de la lucha contra la pandemia en España. Es decir, los afectados deberán permanecer en sus domicilios durante las dos próximas semanas y solo podrán salir para trabajar en actividades esenciales aquellos que no puedan hacerlo desde casa. Se permite la actividad deportiva al aire libre pero no los grupos de más de 10 personas. Además, los residentes en la zona podrán salir de sus hogares para realizar gestiones bancarias y de otro tipo o solicitar asistencia sanitaria.
Hoteles, restaurantes y bares tendrán que cerrar sus puertas salvo que, en el caso de los dos últimos, puedan ofrecer servicios a domicilio. Sorprendentemente, se mantendrá la actividad en casales y colonias de verano, mientras que tendrán que echar el cierre teatros, cines, piscinas, parques de atracciones, gimnasios, salas de fiesta y discotecas.