En los últimos tiempos, los enfrentamientos más polémicos entre políticos de distinto signo no se libran en el Congreso o en los parlamentos autonómicos, sino en un lugar mucho más agreste: Twitter. Un nuevo ejemplo ha tenido lugar hoy, al entablarse un rifirrafe entre el diputado del PSOE José Zaragoza y la consellera de Sanidad de la Generalitat, Alba Vergés. La disputa se ha originado después de que Zaragoza publicase una fotografía en la que aparecía Vergés con un bebé —aparentemente, el suyo— rodeado de esteladas junto al siguiente texto: «No hay recursos humanos para las residencias, el rastreo de contagios no funciona, no hay recursos para la red de atención primaria, los médicos se quejan de abandono. Y esta es la consejera de Sanidad de Torra».
La reacción de la consellera no se ha hecho esperar, y ha respondido a Zaragoza: «El descrédito de la política ha llegado a cuotas muy bajas por culpa de gente como tú. Pero sabes qué? Saldremos de esta y haremos una República para todo el mundo».
Protestas por usar incluir la imagen de un menor sin consentimiento
Tras el tuit de Zaragoza, han sido numerosos los usuarios que han protestado por que éste ha utilizado la imagen de un menor sin consentimiento y sin protegerle el rostro. Tantos han sido los mensajes de este tenor, que el político socialista se ha visto obligado a borrar el mensaje pocas horas después de su publicación. «Me he equivocado colgando esta foto y por eso borro el tuit», ha admitido. Sin embargo, ha añadido: «Pero reafirmo las críticas a la consejera de Salud por la gestión de la Covid. Y los ciudadanos así lo perciben: no se puede hacer peor».
Entre los que han exhibido públicamente su rechazo al mensaje de Zaragoza se cuenta el presidente de la Generalitat, Quim Torra que ha aseverado que se trata de un tuit «miserable y mezquino». Aunque la política que se ha significado más en contra del tuit de Zaragoza ha sido la diputada de Esquerra Republicana de Cataluña y compañera de Vergés, Jenn Diaz, que ha promovido una campaña en la reda para denunciar la publicación del socialista y catalogarla como «ofensiva y perjudicial«.