El director del Servei Català de Salut, Adrià Comella, ha admitido este miércoles que la conselleria dirigida por Alba Vergés mantiene «en vigor» el contrato suscrito con Ferroser (filial de Ferrovial) para el rastreo de los contactos de los contagiados del COVID-19 en Cataluña. Un contrato polémico por el que la empresa dirigida por Roger Junqueras, hermano del líder de ERC, Oriol Junqueras, recibirá 17,7 millones de euros.
El contrato fue adjudicado a Ferroser sin mediar concurso en virtud del decreto de estado de alarma. Generó gran controversia no solo por lo elevado de su presupuesto sino porque Ferroser carece de cualquier experiencia en el ámbito de la epidemiología de campo. Los colectivos sanitarios protestaron y el presidente Quim Torra afeó a Verger la decisión y le ordenó rescindir el acuerdo con la empresa dirigada por el hermano de Junqueras. Desde Salud y desde ERC se dijo entonces que se estudiaría la forma de llevar a cabo la orden de Torra pero ahora, justo cuando se ha tenido que ordenar el confinamiento perimetral del Segrià y preocupa especialmente la situación de algunos barrios de Barcelona, Salud ha admitido que el contrato sigue vigente.
Adrià Comella ha justificado la situación apelando a que los servicios de Atención Primaria no pueden ahora mismo «asumir todo el trabajo». Y ello a pesar de que Salud también destinó una partida de 4,5 millones de euros a Atención Primaria para llevar a cabo estas labores de rastreo de contactos. «Atención Primaria», ha dicho Comella en una entrevista en TV3, «está dando apoyo a los especialistas epidemiólogos que ya tiene el departamento de forma habitual».
El director del Servei Català de Salut ha explicado que «la estructura se va dimensionando». También ha advertido de que si, «al final», es necesario rescindir el contrato con Ferroser, «se tendrá que hacer una estructura muy similar a la que preveía» el acuerdo con la filial de Ferrovial. Comella ha asegurado también que, aunque el contrato está en vigor ahora, «se está estudiando si se congela o se rescinde». «Si se rescinde», ha concluido, «habrá que ver en qué condiciones está porque el personal se sigue necesitando».
El Segrià, un brote «explosivo y fuera de control»
Precisamente esa falta de personal especializado en el rastreo de contactos de contagiados fue denunciada el martes por el catedrático de Salud Pública de la UAB e investigador del Hospital del Mar, Miquel Porta Serra. Este experto criticó que no se hubiera contratado aún a epidemiólogos de campo que pudieran hacer estos rastreos y lamentó que Salud no lo hubiera hecho «en febrero o marzo». Porta Serra subrayó que estos seguimientos son fundamentales para evitar que una nueva oleada del COVID-19 ponga en una situación crítica al sistema de salud catalán. «Los responsables políticos», aseguró, «deben tomar medidas concretas» para evitar que la situación vuelva a descontrolarse.
El catedrático se mostró especialmente preocupado por la situación del rebrote de COVID-19 del Segrià. Y es que, en su opinión, se trata de un brote «explosivo» y «fuera de control» que era «perfectamente previsible» dada la falta de medidas por parte de la Conselleria de Salud.