Hay dos modos de evaluar la solidaridad interterritorial ejercida por el sistema fiscal y de Comunidades Autónomas de España. El primer modo es comparar los resultados de unas Comunidades con los de otras, por ejemplo, según estos dos indicadores:
Relación entre el PIB per cápita medio de las regiones y el saldo de sus balanzas fiscales (aportación o recepción) de las CC.AA. En la Figura 1 apreciamos cómo en el cuadrante inferior derecho se sitúan, efectivamente, las regiones más ricas, que son también las que más transfieren… excepto el País Vasco. En el cuadrante superior izquierdo de esta figura se hallan las CC.AA. menos ricas y que más reciben. (Ver la Figura 1.)
Comparación entre el PIB per cápita y la Renta Disponible Bruta de los Hogares per cápita de las regiones españolas, en Índice España = 100. Apreciamos en la Figura 2 el grado de redistribución entre CC.AA. He aquí las CC.AA. que aportan y las que reciben:
Aportan: Comunidad de Madrid (10,6 de su RFBD), Islas Baleares (5,6), Cataluña (4,6), Navarra (2,7), La Rioja (2,7), Murcia (1,9) y Aragón (1,6).
Reciben: Principado de Asturias (14,3 de su RFBD), Cantabria (9,5), Extremadura (6,3), Castilla y León (5,9), Ceuta (5,8), Castilla-La Mancha (5,6), Andalucía (4,5), Melilla (4,3), Galicia (4,0), Canarias (2,5), Comunidad Valenciana (2,1) y País Vasco (0,3).
Figura 1 Relación entre el PIB per cápita de las regiones españolas y el saldo de sus balanzas fiscales (aportación menos recepción) de las Comunidades Autónomas
El segundo modo de analizar la redistribución que ejerce el sistema de CC.AA. es compararlo con el de otros países. El nivel de redistribución interterritorial de España ¿se asemeja o no al de otros países altamente descentralizados y federales? La respuesta es contundente: el caso español, y en particular el catalán, es totalmente común a los sistemas federales, y muy semejante, por ejemplo, al de EE. UU.
En cambio, una peculiaridad española -en este caso de los territorios forales, tal como se recoge en la Constitución Española- es la recaudación propia y el pago al Estado de un cupo o aportación económica anual según el concierto vasco y el convenio navarro aprobado en ley quinquenal de las Cortes.
Pero, la cuestión del cupo es aún más tabú que la cuestión de las Comunidades Autónomas. Cupo y CC.AA. son tabúes porque: 1. el cupo es una renta discrecional y grande que obtienen las provincias forales que forman el País Vasco y Navarra; y 2. porque las CC.AA. están en el origen de la crisis constitucional española actual, de difícil arreglo (las CC.AA., y la crisis constitucional). Éstos dos, pues, son temas muy tabúes, aunque haya unanimidad (¡técnica!) en el resumen hecho en la frase anterior.
El cupo es una renta discrecional y grande que obtienen las provincias forales que forman el País Vasco y Navarra
Pero todo se halla en relación. De este modo, aludiremos a la relación entre el cupo y la financiación de las CC.AA. a propósito de un ejercicio econométrico que realizaron los profesores Antonio Pulido y Julián Pérez. De este modo, si se extrapola la magnitud del cupo vasco (+5 % del PIB) a Cataluña, y si, seguidamente, con una tabla input-output se extrapola este hipotético superávit fiscal del cupo catalán a la actividad que sería necesaria para producirlo, entonces resulta que también el PIB y el empleo de Cataluña deberían ser muy superiores a los actuales. La extensión del cupo a Cataluña (o a Madrid, Andalucía o Valencia) haría insostenible el actual sistema de financiación autonómica. Entonces, este ejercicio econométrico es un modo de reducir al absurdo la absurdidad del cupo.
Por otro lado, ante el alud de críticas a la consigna Espanya ens roba y a la inconsistencia de los datos en los que se sustenta, apareció el lema Espanya ens frena. Este dicho, luego desaparecido, aun siendo igual de falso que el clásico Espanya ens roba, tiene la virtud de dulcificar la discusión y orientarla hacia la financiación autonómica. También, completando el devaneo de sesos, se ha sostenido que, por acumulación de supuestos déficits fiscales, el Estado español vendría a tener con la Generalitat una deuda histórica de… billones de millones.
El PIB y el empleo de Cataluña deberían ser muy superiores a los actuales
Al fin, pues, a propósito de las balanzas fiscales hubo ¡mucho ruido y pocas nueces! En este caso, muchas menos nueces que las que obtuvieron los nacionalistas vascos. No obstante, con la repetición y el largo tiempo en la matraca, los cuentos de hadas de las balanzas fiscales -y lo que ‘robaría’ un ‘territorio’ a otro- han propiciado un malestar, una confrontación y una división inaudita de la sociedad catalana, una crisis constitucional gravísima, desórdenes públicos de gran magnitud y, en fin, historias para no dormir. Como pintó y escribió Goya: el sueño de la razón produce monstruos.
Con todo, tras la culminación del desafío separatista en el golpe de Estado del otoño 2017 y la violencia separatista del otoño 2019, Madrid ens roba ha dejado de ser el paradigma dominante y ha pasado a serlo la evidencia de la verdad lisa y llana: El procés ens roba!
Figura 2 Comparación entre el PIB per cápita y la Renta Disponible Bruta de los Hogares per cápita de las regiones españolas
Conclusiones
A pesar de la absoluta evidencia empírica de la falsedad del Madrid ens roba!, esta consigna fue esencial al desafío de los separatistas catalanes contra el Estado social y de derecho de España.
Hoy, tras el golpe de Estado del otoño 2017 y la posterior deriva violenta del separatismo, el paradigma dominante para catalanes y españoles ha pasado a ser El procés ens roba!
A todos, el procés ens roba la paz, el entendimiento, el empleo, la actividad, las inversiones y el futuro.