Las encuestas son, siempre, una foto, más o menos maquillada, de un momento dado. Cuando, como ahora, la situación política es de máxima fluidez la foto debe contextualizarse, al margen de la profesionalidad del fotógrafo. La encuesta deEl Nacional, 800 entrevistas telefónicas, ratifica y profundiza tendencias ya recogidas por otros sondeos de opinión. Alza de ERC (41-42 escaños +9, 10) que se convierte en el primer partido. Descenso significativo de la lista de Puigdemont, (28-8), de nombre todavía desconocido. Repunte del PSC (26-28 + 9, 11) que recupera votantes que el 21D se fueron a Ciudadanos. Fuerte descenso de Ciudadanos (12-13,-23). Caída moderada de los Comunes (7 -1), subida de la CUP (8 +4) y del PP (6 +2) y aparición con fuerza de VOX (5).
Destaca la amplia ventaja de los republicanos sobre Puigdemont al que nunca antes habían ganado cuando ha encabezado personalmente la lista (autonómicas del 21D y europeas), aunque ya en las anteriores ocasiones fueron sobrepasados por Puigdemont en el sprint final. También es notable la fuerte recuperación del PSC, que sería segundo en votos, y el descalabro anunciado de Ciudadanos. Con todo, la principal novedad es que ERC podría optar por repetir la alianza independentista o encabezar un Tripartito con PSC y Comunes.
La encuesta lanza un mensaje nítido al catalanismo moderado y a Ciudadanos. El catalanismo moderado, soberanista o no, sólo tiene opciones si se presenta unido. A la espera de ver si se consuma o no la ruptura entre los seguidores de Bonvehí y de Puigdemont, la alianza entre Units per Avançar, PNC y otros grupos no soberanistas, los más destacados La Lliga y Lliures, se presenta como imprescindible si este espacio político quiere tener representación política, lo que sería deseable para descrispar la política catalana.
Ciudadanos necesita reforzar su mensaje de moderación y su giro centrista con una lista electoral que incorpore personalidades de la sociedad civil
Por su parte Ciudadanos necesita reforzar su mensaje de moderación y su giro centrista con una lista electoral que incorpore personalidades de la sociedad civil, o partidos moderados, tanto de centro derecha y de centro izquierda como con antecedentes catalanistas. Necesita que se visualice su nueva línea política. La alianza con el PP, siempre una medida defensiva, no debe descartarse, aunque su repercusión se limite, lo que no es poco, a frenar el ascenso de VOX al configurarse una alternativa de voto útil de centro-derecha constitucionalista. Sin embargo, esta alianza no retendría a una parte importante de los votantes centristas que el 21D votaron Ciudadanos como voto refugio frente a la ofensiva independentista.
El resultado de la encuesta es aparentemente bueno para el PSC, pero, a pesar de su ascenso, su papel en un futuro Tripartito se debilita ante la evidencia que ERC tiene en el independentismo una alternativa con la que presionar a sus hipotéticos socios, socialistas y comunes.
En definitiva si lo que se pretende es romper con la dinámica política de los últimos años tanto Ciudadanos como el catalanismo de centro deben esforzarse en buscar acuerdos lo más amplios posibles y ofrecer a la sociedad catalana candidaturas que rompan los bloques identitarios y visualicen la reconciliación entre los catalanes, además de reforzar su apuesta por la buena gestión de la reconstrucción con candidatos reconocibles por su capacidad de gobernar con eficacia una legislatura que será muy difícil desde el punto de vista económico. Con un 50% de indecisos el partido esta lejos de estar definitivamente decantado.