«La independencia es viable e inevitable. El procés no tiene marcha atrás. De lo que se trata es de seguir acelerando el procés«. Con estas palabras, el ex presidente y fugado de la Justicia española Carles Puigdemont, ahora eurodiputado, ha dado a conocer en su cuenta de Twitter el manifiesto fundacional del que será el nuevo partido que, bajo su dirección, sustituirá a JxCat en las próximas elecciones autonómicas. Un partido que se registrará el próximo 25 de julio y cuyo nombre no ha sido desvelado por Puigdemont.
Entre los firmantes del documento se encuentran los ex consellers de JxCat que ahora cumplen condena por el referéndum ilegal del 1-O y que hace menos de una semana pidieron al PDECat su disolución y la creación de un nuevo partido. También rubrican el manifiesto la consellera portavoz del Govern, Meritxell Budó, y el vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa.
En el documento se apela al «derecho a la autodeterminación» de Cataluña y se evoca el «compromiso del 1 de octubre» para «culminar con éxito el proceso de independencia iniciado hace más de una década con las consultas ciudadanas».
Generosidad, responsabilidad y zona de confort
«Es la hora de la generosidad y la responsabilidad», dicen los promotores del nuevo partido, «el momento de abandonar tensiones estériles y miradas muy a menudo egocéntricas y enfocadas en el pequeño espacio de cada uno». En este sentido, Puigdemont insta a la derecha independentista («corriente central del catalanismo», según el manifiesto) a «salir de la zona de confort» y «dejar de lado tensiones, ruidos y desorientación«.
La nueva formación buscará el voto de aquellos que creen que España «no tiene ninguna voluntad de reformarse, ni tan solo de transformarse en una democracia y una economía socialmente responsable y de prestigio en el mundo». Y, obviamente, a los hasta ahora votantes de JxCat y «a los que nos han votado nunca pero con los cuales compartimos el mismo objetivo para nuestro país».
Un partido para la confrontación y la lucha
El nuevo partido liderado por Puigdemont se presenta también como «un instrumento de construcción» pero también de «confrontación y lucha«. Dos «actitudes» que en el manifiesto se califican de «imprescindibles» para «garantizar», entre otras cuestiones, «la conquista de espacios de libertades nacionales y colectivas«.
«La nación catalana«, concluye el manifiesto, «nos reclama al conjunto del país seguir incansablemente el trayecto hacia la independencia para ganar el curso de la historia. Solo la defensa de las causas que nunca se abandonan son las que se acaban ganando».