El Govern prevé que, a partir del próximo otoño, una segunda ola del COVID-19 coincida con la epidemia de la gripe en Cataluña. Sin embargo, la consellera de Salud, Alba Vergés, ha asegurado este martes en el Parlament que la Generalitat intentará evitar volver a confinar totalmente a los catalanes, como ha sucedido entre marzo y junio. La pretensión es «no recurrir a un confinamiento total de la población que pare el país».
Sorprendentemente, Vergés, en otro momento de su intervención, sí ha reivindicado como adecuada la medida del confinamiento total exigida por el Govern al presidente Pedro Sánchez tan solo dos días antes de que el Ejecutivo central diera luz verde, el día 15 de marzo, al decreto del estado de alarma que ordenaba el confinamiento de los españoles.
Más vacunas contra la gripe
Vergés, por otro lado, ha anunciado que, de cara al próximo otoño, se dará especial atención a la campaña de vacunación contra la gripe. Por ello, Salud prepara ya la compra de 230.000 vacunas más contra esta enfermedad, siguiendo las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La consellera ha destacado en su discurso el papel jugado por la sociedad catalana en la lucha contra el COVID-19. «La sociedad», ha dicho, «se ha puesto al lado de Salud, al lado de lo que era una prioridad«. Vergés, además, ha subrayado que, a pesar de la llamada «nueva normalidad», «la vida será diferente pero será». «La vida ha de continuar», ha abundado.
La republicana, finalmente, ha destacado la «fortaleza» del sistema sanitario público catalán. Sobre todo, en su carácter «universal». Algo que ha presentado como «la base para haber podido superar esta fase primera de la pandemia» de un virus que, ha añadido, «es inhumano«.
Vergés, finalmente, ha criticado el papel jugado por el Gobierno central en la gestión de la crisis sanitaria y ha asegurado, en este sentido, que la mando único del Ministerio de Sanidad sobre las comunidades autónomas «no ha sido una receta buena«.