A la derecha del espacio independentista catalán, bajan revueltas las aguas. De la mano de David Bonvehí, el PDECat, descendiente directo de la extinta Convergència, se encuentra inmerso en una negociación con la Crida per la República de Jordi Sánchez que podría suponer su desaparición. Su militante más conocido, Carles Puigdemont, es el promotor de la idea, basada en la necesidad de unir al independentismo bajo una única dirección.
Algo, en principio, sorprendente pues, como ha asegurado este viernes el portavoz de la formación, Marc Solsona, no se puede entender a JxCat sin la existencia del PDECat. Pero el partido busca ahora un pacto con la Crida de Sánchez y bendecido, a priori, por Puigdemont. Un pacto en el que teme diluirse si no se dan factores como el «reconocimiento mutuo«, según ha explicado el portavoz de la formación, Marc Solsona. El acuerdo no parece ahora mismo posible, atendiendo a las palabras de Solsona, pues la Crida está dispuesta a pactar hasta con «la izquierda más radical» para crear una nueva formación y el PDECat no deja de reivindicarse como sucesor de Convergència. «En este escenario», ha explicado Solsona, «hemos de poder decir algo. Si lo que representamos no está en esa suma, hemos de poder decirlo».
La ‘gent d’ordre’ de Convergència
En este sentido, Solsona ha definido a los integrantes de su partido como «gent d’ordre» y ha evocado a Artur Mas cuando dijo que «sin Convergència, no hay independencia». «Pedir que el PDECat sea una pieza clave«, ha advertido Solsona, «no es una ocurrencia».
Lo cierto es que en el PDECat molesta la pérdida de protagonismo con respecto a la Crida. Y más considerando que la formación de Jordi Sánchez apareció después de hacerlo la sucesora de Convergència. De ahí que la actual dirección no vea con agrado la posibilidad de perder peso en favor de una formación cuyos hilos también mueve Carles Puigdemont. Eso sí, Solsona ha dejado claro que «nadie en el PDECat cuestiona» al ex presidente. Y ha asegurado que existen mensajes «malintencionados o intencionados» sobre esa posible tensión entre la actual dirección de la formación y su militante más poderoso.
Por si no tuviera suficiente presión, el PDECat se ha tenido que enfrentar también esta semana a la propuesta de sus ex consellers Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn y Lluís Puig de crear un nuevo partido en el espacio de JxCat. Una propuesta tras la cual también podría estar Puigdemont y que la dirección del partido ha rechazado este viernes. A pesar de que se había llegado a hablar de la posibilidad de someter esta idea a la votación de la militancia, lo cierto es que, según ha explicado Solsona, se ha descartado y se ha decidido mantener las conversaciones con la Crida.
El PDECat busca, en realidad, remarcar su propia personalidad dentro del separatismo. Se niegan a diluirse en la Crida porque, como ha explicado Solsona, «hay que consolidar la presencia» de un partido que no está dispuesto a desaparecer. «Creemos en nosotros», ha añadido, «y en lo que representamos».
Ahora no toca
Además, Solsona ha dejado claro que el PDECat no busca «una coalición para ganar elecciones» sino un proyecto independentista que tenga realmente claro el objetivo y cómo conseguirlo. No obstante, también ha señalado que, en estos momentos, la independencia no puede ser el leitmotiv de la unidad dada la situación en la que se encuentra Cataluña tras la pandemia del COVID-19. Y ha descartado cualquier tentación rupturista al afirmar que el Govern «será nuclear por la represión y por la crisis». «Esto va más allá del complejo objetivo de la independencia», ha abundado.
Por otro lado, el PDECat podría intentar jugar sus cartas con un nuevo posible aliado, el PNC. Se trata de una formación recientemente constituida, vinculada también a Convergència y a cuya secretaría general aspira hoy Marta Pascal, que ya fue máxima responsable del PDECat. El PNC, a su vez, se deja tentar por Units per Avançar, la formación liderada por Albert Batlle y que formó parte de la lista del PSC al Ayuntamiento de Barcelona. Batlle es en la actualidad teniente de alcalde del Consistorio y máximo responsable de la seguridad en la capital catalana.
Así las cosas, la pretensión de Carles Puigdemont de poder dominar a todo el independentismo bajo unas únicas siglas parece que hace aguas. ERC ya le ha dicho que no en repetidas ocasiones. Y ahora es el PDECat el que no parece dispuesto a someterse a la estrategia del ex presidente.