La reagrupación del catalanismo no separatista empieza a presentar los primeros escollos. El domingo, apareció una entrevista en La Vanguardia en la que Albert Batlle, teniente de Alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona y líder de Units per Avançar, se postulaba para liderar el catalanismo no unilateral. Es decir, contrario a la radicalidad de JxCat y ERC y partidario de dejar atrás la parálisis institucional en la que se halla Cataluña tras la celebración del referendo ilegal del 1-O en 2017. Su idea era formar una candidatura conjunta de cara a las próximas elecciones autonómicas con el Partit Nacionalista de Catalunya (PNC), con Marta Pascal al frente, así como con otras formaciones de signo parecido como Lliures, La Lliga Democràtica y Convergents. Sin embargo, el PNC se ha desmarcado hoy de las palabras de Batlle.
Así, la formación ha precisado que en estos momentos no se ha alcanzado ningún pacto con Units per Avançar para presentarse en coalición en los próximos comicios a Parlament, matizando que su intención no es “hacer frente al independentismo” sino “superar el bloqueo”. El caso es que el partido —surgido del denominado grupo del Poblet— se encuentra ahora en un compás de espera: este fin de semana celebrará su congreso constituyente, del que saldrá una nueva ejecutiva y en el que se dará el visto bueno a su hoja de ruta. Esto explica que antes de consolidar su proyecto no deseen abordar posibles alianzas con otras fuerzas.
El obstáculo del referéndum y la disputa por el protagonismo
Sin embargo, el futuro entendimiento entre las distintas formaciones catalanistas podría verse lastrado por algunas dificultades. En primer lugar, el PNC reivindica el modelo escocés, que pasa por la celebración de un referéndum pactado con el Estado. Esta pretensión choca con Units, más ambiguo sobre este punto, pero sobre todo con formaciones como Lliures y la Lliga, que se definen como no soberanistas y se oponen a un plebiscito. Por otro lado, es probable que Marta Pascal, del mismo modo que Batlle, también aspire a encabezar la candidatura conjunta, con lo que en breve podríamos asistir a una contienda entre ambos por el liderazgo del catalanismo.
A pesar de los problemas que se vislumbran en el horizonte, la unión del catalanismo contrario al unilateralismo podría representar una alternativa a la actual política de bloques que opera en el Parlament. Por una parte, tal y como explicó Batlle en la entrevista citada, este nuevo movimiento no descarta captar votos procedentes del secesionismo desencantado con la vía unilateral, “una idea con un punto de romanticismo” pero “absolutamente imposible” de materializar. Por otra, Batlle tampoco excluye pactar con el PSC o, incluso, con el PP o Ciudadanos, pues su formación aspira a consolidar un “amplio espacio de centro”.