Albert Batlle, teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona y líder de Units per Avançar, ha dado este domingo un paso adelante y se ha ofrecido abiertamente para liderar el catalanismo no unilateral que quiere hacer frente al independentismo de JxCat y ERC y, sobre todo, sacar a Cataluña de la situación de paralización institucional en la que se encuentra desde la celebración del referéndum ilegal del 1-O de 2017. Batlle no es, sin embargo, el único dispuesto a poner cara a esta nueva corriente catalanista pues también podría hacerlo, según fuentes consultadas por El Liberal, Marta Pascal, ex coordinadora general del PdeCat y ahora miembro del Partit Nacionalista de Catalunya (PNC).
Ambas formaciones, junto a la Lliga Democràtica, Lliures y Convergents, negocian en estos momentos una candidatura conjunta de cara a las próximas elecciones autonómicas, cuya fecha aún se desconoce pero que es muy probable que no pase del próximo invierno.
Batlle se ha mostrado dispuesto a ejercer el «liderazgo» de este nuevo frente catalanista contra la unilateralidad dejando claro, sin embargo, que solo lo hará si hay «garantías de éxito«. Y es que no tiene previsto abandonar el Consistorio de Barcelona para «dar un salto suicida», según ha indicado en una entrevista en La Vanguardia.
La independencia no será el objetivo
También ha dejado claro que el proyecto político liderado por Units per Avançar no tiene como finalidad «hacer la independencia«. Y, aunque sí podría «integrar independentistas» se presenta como «una alternativa» a la «inacción» a la que han llevado los gobiernos de JxCat y ERC.
La formación no descarta, sin embargo, captar votos de independentistas a los que puedan convencer de que el proyecto de la vía unilateral protagonizado por Carles Puigdemont, Quim Torra u Oriol Junqueras es «una idea con un punto de romanticismo» pero «absolutamente imposible» de llevar a cabo. «La ciudadanía», ha añadido en la misma entrevista, «se merece una oferta seria para un gobierno de calidad«.
Batlle no descarta poder, incluso, pactar con el PSC si se dan las circunstancias. Pero también podría hacerlo con Ciudadanos y el PP pues la oferta electoral que lidera abarca «un amplio espacio de centro«. «Con el PSC hay un entendimiento muy plausible», ha explicado en este sentido, «pero podríamos abrir el abanico a formaciones a ambos lados del espectro político».
La Lliga pide unidad y generosidad
Por otro lado, la Lliga Democràtica ha hecho un llamamiento este domingo a «unir fuerzas del centro catalanista» con el objetivo de preparar una «alternativa política que haga frente a la reconstrucción de Cataluña». Desde la formación se ha defendido en un comunicado una «alternativa política catalanista, moderada, de centro y unitaria». Un proyecto que tendría como finalidad tanto la reconstrucción tras la pandemia del COVID-19 como «la reconciliación entre catalanes y la regeneración institucional».
La situación en la que ha quedado Cataluña tras la irrupción del coronavirus debe afrontarse, a juicio de la Lliga, con «unidad, generosidad, sin caer en la confrontación, el personalismo, la exclusión o la oposición destructiva«. Por ello han mostrado su disposición a llegar a acuerdos con Units per Avançar pero también con Lliures, el PNC y Convergents.
Con todo se mantienen discrepancias estratégicas entre las formaciones en torno a la reivindicación o no de un referéndum pactado.