Elisenda Paluzie volverá a presidir la Assemblea Nacional Catalana (ANC) tras imponerse este sábado de forma rotunda a la candidata Montserrat Soler. Paluzie renueva, así, el cargo en una ANC que, en esta nueva etapa, apostará fuertemente por la vía unilateral para la independencia. De los 77 secretarios nacionales, que fueron elegidos el pasado domingo, 53 han optado por Paluzie como presidenta mientras que solo 10 han escogido a Soler, la candidata respaldada por el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, y muy cercana al ex presidente y líder de JxCat Carles Puigdemont.
El sector de Canadell y Soler surgió recientemente dentro de la ANC como respuesta a una dirección, la de Paluzie, que, en los últimos años, ha ido perdiendo fuerza tanto entre los partidos políticos independentistas como entre los separatistas de base. Poco queda hoy en el movimiento del liderazgo de aquella ANC presidida por Carme Forcadell y que, haciendo tándem con la fallecida Muriel Casals (Òmnium Cultural), logró las mayores movilizaciones por la independencia en Cataluña e, incluso, marcar una hoja de ruta hacia, al menos, el referéndum ilegal del 1-O.
Cada vez menos influyente
En la actualidad, la ANC aboga por la vía unilateral pero su pérdida de influencia en las formaciones separatistas, sumada a la lucha fraticida en la que se encuentran inmersos JxCat y ERC, hace que su papel sea cada día más cuestionado. Y es en este punto en el que surgió la candidata de Canadell y Puigdemont, que apostaba por forzar a los partidos independentistas a declarar la independencia en un breve periodo de tiempo.
Habrá que ver ahora qué camino sigue la ANC en un nuevo escenario, marcado por la crisis del COVID-19 y con cada vez más dificultades para convocar acciones de calado entre un independentismo que, si bien se mantiene en las instituciones, ha perdido fuerza en las calles.